Gobernadores de Guerrero

 

Por Chanssonier

 

Enseguida de conseguir México su independencia, por diversos rumbos del país sus habitantes pretendieron erigir algunas entidades, las que suplirían a las intendencias, forma de gobierno decretada por la corona española. En estas tierras del sur fue el general Nicolás Bravo (Rueda), el primero que alzó la voz para crear el departamento de Acapulco. En el manifiesto expedido el 10 de octubre de 1841 en esta ciudad, le pedía al gobierno federal lo hiciera, como reconocimiento a los hombres del sur en la lucha para el logro de la libertad; a esa petición se le unió el general Juan Álvarez, quien en el curso de una junta de notables reunidos en esta ciudad elevaron su petición.

Previo a esto se entablaron pláticas con los gobiernos del estado de México, Puebla y Michoacán; los dos primeros se dijeron dispuestos a ceder parte de su territorio, no así Michoacán que se opuso de manera tenaz, más el vecindario del municipio de Coyuca (de Catalán), por plebiscito acordaron formar parte de la nueva entidad, la que llevaría el nombre de Guerrero, el auténtico consumador de la independencia. De tal manera el presidente de la República, general Joaquín de Herrera, con fecha 27 de octubre de 1841 expidió el decreto para la creación de la nueva entidad.

En su larga vida política que cumplió 166 años, ha sido gobernado por políticos huraños a esta tierra, habiendo también de algunos otros países. El primer gobernador fue el general Juan Álvarez Hurtado, con muchos méritos para haberlo sido, inclusive mucho se afanó por su erección acompañado del general Nicolás Bravo. Desde siempre el presidente de la República en turno, ponía y quitaba a su antojo a los mandatarios estatales, terminando esa práctica aquí con la revolución de Ayutla, la cual echó del poder para siempre al general Antonio López de Santa Anna, quien gobernó el país en 11 ocasiones; además fue en su tiempo cuando el país perdió poco más de la mitad de su territorio, en la injusta guerra con los Estados Unidos, cuyo único propósito fue expenderse, de acuerdo a su doctrina del Destino Manifiesto.

Gobernadores no guerrerenses fueron en diferentes épocas, los generales Manuel María Villada (oaxaqueño), Tomas Moreno, (Guanajuatense), Ángel Pérez Palacios (Distrito Federal), José María Pérez Hernández (Cubano), Anselmo Torija (Poblano), Rafael Cuéllar (Tlaxcalteca), Francisco O. Arce (Jalisciense), Mariano Ortiz de Montellano (Distrito Federal), Antonio Mercenario (Español), Leopoldo Viramontes (Potosino), Agustín Mora (Poblano), Manuel Zazaya (Neoleonés), coronel Simón Díaz Estrada (Coahuilense) y Luis G. Manjarrez (Poblano).

Por diferencias políticas entre el gobernador Diego Álvarez Benítez, con el general Vicente Jiménez Bello, cacique del sur, el presidente Benito Juárez nombró al general Arce gobernador, por ser ajeno a problemas estatales; fue así como Domingo Cienfuegos Catalán, apoyado por Jiménez, fue desconocido. El movimiento Delahuertista llevó al poder al profesor Urbano Lavín Román, pero al ser aplastada la revuelta regresó al poder el licenciado Rodolfo Neri.

Hasta hace algunos años la desaparición de poderes fue cosa común. Ahora se les obliga a solicitar licencia para separarse del cargo, como en los casos de Rubén Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero.

A partir de este día inicia su gobierno Héctor Astudillo Flores, de quien se espera una correcta administración.