Jesús Saavedra
TLAPA. —El brote de contagios de sarampión en la región de la Montaña de Guerrero se ha extendido en la frontera con Oaxaca en los municipios de Cochoapa el Grande y Metlatónoc de una manera inesperada y preocupante, que ha obligado a los habitantes de comunidades de esos lugares a exigir a las autoridades federales y estatales de Salud a implementar medidas urgentes de contención para evitar una desgracia en la zona.
Las denuncias de varias personas concuerdan con las cifras oficiales de la Secretaría de Salud Federal quienes desde el lunes 13 de octubre pasado indicaron que tenían una vigilancia “especial” en esta zona marginada de Guerrero.
Según el reporte de la Secretaría de Salud Federal hasta este jueves 23 de octubre en Guerrero se mantenían 91 casos de sarampión confirmados y 215 casos probables acumulados, la mayoría se concentra en la franja de la región de la Montaña y se tiene el registro de ningún deceso.
El director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”, Abel Barrera Hernández explica que el primer caso de sarampión en la Montaña se registró hace 4 meses, en un menor de edad que regresó de los campos de cultivo en Chihuahua a donde había acompañado a sus papás, quienes se emplean en los campos agrícolas para la manutención de sus familias.
Bajo condición de anonimato un trabajador del sector Salud de esta región revela que los contagios de sarampión se “salieron de control” y que efectivamente la enfermedad inició en Cochoapa, pero que se ha extendido a comunidades indígenas de Alcozauca, Tlapa, Copanatoyac y Malinaltepec que es la franja de familias jornaleras agrícolas.
Explica que la política interna es no negar que existen casos y contagios, “la instrucción es contener la información para no generar alarma, la situación es preocupante y delicada en la región”, acepta.
En Guerrero el incremento exponencial de contagios en un par de semanas a la fecha se ha tenido conocimiento por las cifras y el reporte diario que entrega la Secretaría de Salud Federal, en esta región es mejor guardar silencio ante las instrucciones del área de Epidemiología.
Barrera Hernández informó que a través del Centro que dirige han recibido peticiones de habitantes de comunidades de Cochoapa y se han canalizado a la Jurisdicción Sanitaria de la Montaña para su atención, “son dos comunidades Joya Real y Dos Ríos, que son comunidades muy alejadas de Cochoapa donde hay constancia de un brote muy fuerte de sarampión, son poblaciones muy pobres y vulnerables de un sector jornalero agrícola que se va a otros estados desde Guerrero”.
Abel Barrera consideró que el cambio del sistema de Salud estatal al del IMSS-Bienestar en la Montaña “ha dejado un vacío y lo está pagando muy caro la población indígena, porque no había médicos y ahora está peor, porque no hay medicinas, no hay médicos, no hay ambulancias, no hay brigadas médicas y hay sarampión”.
No duda en denunciar que en la Montaña “hay una emergencia sanitaria por los contagios de sarampión y no hay una estrategia sanitaria de contención o de atención en comunidades que siguen abandonadas a la buena de Dios” lamentó.
