Michel Vargas
ACAPULCO. —Prestadores de servicios turísticos interrumpieron este martes los trabajos de rehabilitación que realiza el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en el Jardín del Puerto, al denunciar la falta de información sobre las posibles afectaciones que generará el transporte marítimo conocido como Marinabús.
Fue cerca de las 08:00 horas de este miércoles cuando los prestadores comenzaron a reunirse en las inmediaciones de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), frente al Palacio Federal, donde solicitaron a los trabajadores suspender las labores.
En declaraciones ante medios, el presidente de la Asociación de Servicios Náuticos del Estado de Guerrero, Juan Carlos Laguna Cruz, informó que esta movilización se da ante la falta de respuestas claras por parte de las autoridades, pese a que en repetidas ocasiones han solicitado detalles sobre el proyecto.
“Si no tenemos una respuesta en Acapulco, acudiremos a la Ciudad de México para hacernos escuchar. Queremos información y atención, hasta ahora nos tratan como si fuéramos invisibles”, expresó.
Dijo además que de no resolverse el conflicto, el movimiento no se limitará a los líderes del sector, sino que será respaldado por todos los prestadores de servicios turísticos. El objetivo, dijo, es plantear directamente sus preocupaciones a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, para que se tomen en cuenta los impactos que podría tener la instalación de muelles en la bahía.
Los prestadores aseguran que una de las principales afectaciones es que las estructuras altera las corrientes marinas, lo que afectaría directamente la operación de las embarcaciones y, en consecuencia, la prestación de servicios turísticos. Como ejemplo, mencionaron el caso de Puerto Marqués, donde la construcción de infraestructura similar derivó en la pérdida de playa, con daños irreversibles para la actividad local.
“En el sector náutico hay alrededor de 600 embarcaciones, lo que representa el mismo número de familias que dependen de esta actividad. No estamos en contra del desarrollo, pero necesitamos ser escuchados para evitar que proyectos como este destruyan nuestras fuentes de trabajo”, concluyó.