A 11 años de la desaparición de 43 estudiantes en Guerrero “México es un país de víctimas, no hay un antes y un después de Ayotzinapa, hoy México está más devastado, está más herido, hay más víctimas de desaparición forzada que hace 11 años y basta con ver Iguala, Taxco donde hay una macro criminalidad más grave que hace 11 años”.

En el tercer día de la jornada de lucha del Comité de madres y padres de los 43 muchachos desaparecidos en Iguala, este viernes en el comedor estudiantil de la normal rural en Tixtla se realizó el foro “Ayotzinapa 11 años: luces y sombras”, al que asistieron unas 300 personas.

Uno de los participantes y ex subdirector del Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro”, Mario Patrón Sánchez dijo que sobre el caso de esta desaparición forzada “la mayor sombra es la impunidad: a 11 años no hay un antes, ni un después. Las violaciones graves a los derechos humanos ahora son peores que las que sucedieron hace 11 años; en Iguala, los municipios en toda la región presentan síntomas de un modelo de marco criminalidad peor al que presentaba en el 2014”.

En su participación hizo un recuento de lo que sucedió en el sexenio de Enrique Peña Nieto donde sostuvo se “inventó la verdad histórica, no entendió y no quiso desarticular las complicidades”.

Del gobierno de Andrés Manuel López Obrador lamentó que existiese una “oportunidad histórica de resolver el caso, pero el gobierno que asumía la narrativa de no somos iguales, terminó siendo igual. En este sexenio se colocó al Ejército como responsable de la desaparición de los muchachos, el testigo Gildardo López Astudillo ha dicho que un grupo de estudiantes fue llevado al Batallón, la gran oportunidad se perdió, la verdad sustantiva es que los padres quieren saber en dónde están sus hijos y no es un caso politizado”.

El ex rector de la Ibero, Puebla dijo que ahora se debe saber hasta dónde llegará la disposición política del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo con este caso “lo que han demostrado las grandes violaciones es que los sellos políticos y los colores no importan, hay impunidad, que es uno de los mayores cánceres de este país, el incentivo de la impunidad es la permisividad, no ha habido en 11 años esa voluntad y capacidad técnica para develar la verdad”.

Mario Patrón sostuvo que “México es un país de víctimas, no hay un antes y un después de Ayotzinapa, hoy México está más devastado, está más herido, hay más víctimas de desaparición forzada que hace 11 años y basta con ver Iguala, Taxco donde hay una macro criminalidad más grave que hace 11 años”.

Celebró que en el caso Ayotzinapa se “ha construido memoria colectiva y memoria social, hay un problema estructural y complejo de pactos de impunidad que debe resolverse”.

En el foro, Abel Barrera Hernández reconoció a las madres y padres de los muchachos “a pesar del dolor siguen en esta mesa en la ruta de cómo romper este silencio y alcanzar a mirar en el horizonte el rostro de sus hijos, venimos a abrazarles a decirles que son nuestro ejemplo y escudo de una nación digna, que saben cómo pelear, para gritarle al gobierno que no se olvidan, que hay memoria, que hay encabronamiento por lo que ha pasado”.

Consideró que en este movimiento “no podemos guardar silencio o agachar la cabeza porque hay un nuevo gobierno; habrá nuevo gobierno si hay justicia, si se toca a los militares, si se acaba la impunidad. A ustedes no los mueve ningún interés mezquino, los mueve el amor profundo que nació en sus entrañas”.

Barrera Hernández aseveró que en México “hay instituciones perversas como el Ejército que desaparecieron a más de 600 personas, como Rosendo Radilla y a la fecha no hay ningún militar investigado, mucho menos en la cárcel”.

Alan García Campos de la oficina del alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en México señaló que a 11 años de este caso “el tiempo no transcurre a la misma velocidad en una familia, el tiempo hace más grande la herida y que supure aún más dolor, en la juventud está la responsabilidad de seguir buscando a los estudiantes desaparecidos, en ustedes está la responsabilidad de un proyecto trunco y que se interrumpió, acompañamos la entereza, la dignidad, la jornada de lucha de las madres y padres de los estudiantes de Ayotzinapa”.

Consideró que es “es inconcebible que a 11 años de distancia no haya una sola persona sentenciada, hay personas presuntamente involucradas que han sido sentenciadas por otros delitos; a 11 años hay 133 mil personas desaparecidas, podemos ver los rostros de los 43 estudiantes, pero imaginemos tener esos más de 133 mil rostros de México”.

Joaquina García y María Martínez madres de dos normalistas desaparecidos dieron el mensaje de bienvenida y dijeron que estos 11 años no han sido fáciles para la lucha que están realizando “por el amor de nuestros hijos” y pidieron que no los dejen solos en esta jornada de lucha.