Michel Vargas

ACAPULCO. —Durante su mensaje dominical, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González resaltó la importancia de iniciar el mes de septiembre con un espíritu de gratitud hacia quienes forjaron la nación con su esfuerzo y heroísmo.

El prelado destacó que el amor a la patria está estrechamente ligado al deber de gratitud que se tiene hacia los padres, abuelos y antepasados, quienes dedicaron su vida al trabajo y la construcción del bien común.

“Amar a nuestros padres nos lleva a amar aquello que ellos construyeron con el trabajo de toda su vida, nuestra patria, y nos obliga a cuidar de ella”, dijo.

Recordó que la gestación y crecimiento de una nación es un proceso continuo, con aciertos y dificultades, y que en la actualidad existe la urgencia de reducir la violencia, los crímenes y los delitos de alto impacto.

Leopoldo González resaltó la que Agenda Nacional de la Paz, plantea la necesidad de sanar heridas, reconocer los daños que se han causado y acompañar a quienes han sufrido la pérdida de seres queridos o desapariciones forzadas.

El sacerdote retomó las palabras del Papa Francisco, quien subraya que para vivir los ideales de libertad e igualdad, es imprescindible hacerlo desde la fraternidad.

“Hace falta que entendamos que nos necesitamos mutuamente, que tengamos un sentido de responsabilidad por los demás y por el mundo”, citó.

El arzobispo hizo un llamado a la sociedad a ser “artesanos de paz” en este mes patrio, dejando atrás la vanidad y la superficialidad, y apostando por valores como la compasión, la fe y el compromiso con el bien común. Asegurando que la fraternidad es el camino para dar sentido y equilibrio a la libertad y a la igualdad en el México actual.