Alejandro Gómez
Antes del 2007, cuando las minas de Taxco se declararon en huelga por la falta de condiciones de seguridad para laborar, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) de la federación pidió al propietario de la empresa metalúrgica Grupo México (GP), Germán Larrea Mota Velasco, que hiciera reparaciones en los yacimientos del territorio platero, porque representaban un peligro para la vida y salud de todos los trabajadores mineros, pero la solicitud fue ignorada por el concesionario.
En esos términos se expresaron integrantes del departamento jurídico del sindicato nacional minero, al pedir hacer memoria de los orígenes del conflicto sindical iniciado hace 18 años en Taxco que derivó en el cierre de cientos de fuentes de empleo, debido a que inspectores de la dependencia federal habían observado una serie de deficiencias en las instalaciones mineras de la localidad, que fueron consideradas como un riesgo para la integridad física de la planta laboral.
“La secretaría del trabajo fue muy clara al pedir la realización de reparaciones en las minas hace poco más de 18 años, porque de lo contrario la vida de los obreros estaría en constante peligro, pero Mota Velasco no hizo caso al llamado de esa institución oficial y por lo tanto el gremio metalúrgico emplazó a huelga”, dijeron los juristas, al señalar que en ese momento todavía se dieron dos meses de plazo para el cumplimiento de la solicitud, pero GM no hizo el menor caso de las observaciones.
Mencionaron que aún y cuando la STyPS hizo ese apercibimiento acorde a su ámbito de competencia, buscando generar condiciones de seguridad para los mineros de Taxco, el empresario Germán Larrea Mota Velasco actuó con irresponsabilidad, indiferencia y omisión y por el contrario decidió solicitar en dos ocasiones la inexistencia de la huelga en el municipio, aunque dichos recursos jurídicos los perdió en las instancias legales por la falta de sustento.
Calificaron de “absurdos, tonterías e incongruencias” los dichos del concesionario minero, al señalar en el 2007 que las reservas de mineral en Taxco estaban agotadas y por lo tanto el conflicto huelguista debería declararse inexistente, cuando en ese mismo periodo de tiempo a través de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el citado empresario dio a conocer la existencia de materiales por lo menos para 28 años más y entonces recibió otro revés jurídico a sus demandas.
Acusaron que tanto en la huelga de Taxco, como en la de Cananea en Sonora y Sombrerete, Zacatecas, el propietario de GM se ha conducido con trampas para tratar de desestabilizar esos movimientos y desconocer su legitimidad, sin embargo, en 18 años de resistencia laboral ha perdido todos sus asuntos ante las instancias gubernamentales y mantiene su negativa de generar ganancias y beneficios para la gente del municipio como lo exige la normatividad metalúrgica.