La noche del domingo fue asesinado a balazos el activista y empresario Sergio Ureiro Castañeda, conocido por su participación en la defensa de la Plazuela Los Cántaros, en el municipio de Tlapa, región de La Montaña. El ataque armado ocurrió alrededor de las 20 horas, cuando sujetos dispararon en al menos 10 ocasiones contra la camioneta en la que se encontraba, mientras esperaba turno en la gasolinera Tachichinolapa, ubicada sobre la calle Colegio Militar, a sólo unas cuadras del centro de la ciudad.
El hecho generó gran conmoción entre la población, y en pocos minutos comenzaron a llegar familiares, amigos y vecinos del activista, quienes denunciaron públicamente la creciente ola de violencia en el municipio y responsabilizaron directamente al presidente municipal, Gilberto Solano Arreaga, de la inseguridad y el aumento de los homicidios.
Al sitio arribaron elementos de Protección Civil, policías ministeriales y peritos del Servicio Médico Forense (Semefo), quienes intentaron trasladar el cuerpo a Chilpancingo para los trámites legales correspondientes. No obstante, la familia de la víctima se opuso tajantemente, argumentando falta de confianza en las autoridades y exigiendo justicia en el lugar de los hechos.
Alrededor de las 21 horas, un numeroso grupo de ciudadanos interceptó la camioneta del Semefo cuando salía de la gasolinera con el cuerpo de Ureiro. Tras abrir las puertas del vehículo, los inconformes recuperaron el cadáver y lo trasladaron por sus propios medios a una vivienda particular para ser velado y posteriormente sepultado, a pesar de la oposición de elementos de la Policía Municipal.
Durante una transmisión en vivo realizada en el lugar, la hermana de la víctima, Verónica Ureiro, denunció públicamente el asesinato de su hermano y exigió que el crimen no quede impune. Recordó que ambos fueron activos defensores del espacio público conocido como Los Cántaros, ubicado en la colonia San Diego, el cual estuvo ocupado por comerciantes durante más de tres décadas y que recientemente había sido recuperado para uso comunitario tras una serie de movilizaciones y plantones en la capital del estado.
Además de su labor social, Sergio Ureiro era conocido en Tlapa como empresario de la construcción y propietario del bar Bhúo’s.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no ha emitido una postura oficial, aunque confirmó haber iniciado las investigaciones correspondientes en el lugar del asesinato.