Estudiantes reprobados e irregulares de la Preparatoria Número Uno “Aarón M. Flores” de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) denunciaron que fueron obligados a “donar” despensas y útiles escolares como condición para aprobar materias en lugar de presentar exámenes extraordinarios.
De acuerdo con testimonios recabados, cerca de dos toneladas de despensas y mil paquetes de útiles escolares fueron entregados a la rectoría universitaria no como parte de una campaña altruista, sino como parte de una práctica impuesta por la dirección del plantel para otorgar calificaciones aprobatorias.
Alumnos aseguraron que dichas “donaciones” respondieron a una política implementada por la escuela, que consistía en asignarles nuevos maestros encargados de evitar exámenes y, en su lugar, solicitar víveres y útiles escolares.
“Nos dijeron que si queríamos pasar, teníamos que entregar víveres, sin importar con qué maestro reprobamos. Te cambiaban de maestro y el nuevo te decía que sólo había que donar”, relató un alumno, quien dijo haber gastado casi dos mil pesos en despensas y útiles para poder acreditar dos materias.
La Preparatoria No. Uno alberga a más de tres mil estudiantes en 60 grupos de ambos turnos, por lo que el número de alumnos en situación de rezago académico es significativo. Según los testimonios, algunas asignaturas son comúnmente reprobadas, lo cual habría facilitado la implementación de esta dinámica para obtener ingresos en especie bajo el pretexto de apoyo social.
Estudiantes también denunciaron que antes de cerrar el ciclo escolar, algunos docentes reemplazaron el examen final por colectas de plantas para reforestación, así como más útiles y despensas para damnificados. Aquellos maestros que se negaron a participar en esta práctica habrían sido excluidos del proceso de aplicación de exámenes extraordinarios, según versiones estudiantiles.
Este no sería el único caso reportado al interior de la UAGro. En la Facultad de Derecho, estudiantes denunciaron una presunta red de corrupción que permite acreditar materias completas —e incluso obtener títulos de licenciatura y grados de maestría— sin haber asistido a clases, únicamente mediante pagos.
Además, aspirantes a posgrados señalaron que se les exige un pago de 10 mil pesos por un curso de inducción obligatorio antes del examen de admisión, sin derecho a reembolso en caso de no ser aceptados.
Todas estas denuncias han sido realizadas de forma anónima, ya que los alumnos temen represalias que puedan afectar sus estudios o su ingreso a programas de licenciatura o posgrado dentro de la universidad.