A tres semanas del impacto del huracán “Erick” en Guerrero, comunidades indígenas y afromexicanas de la región Costa Chica denunciaron estar en el abandono por parte de las autoridades, sin recibir ayuda ni ser integradas en los censos del Gobierno Federal.

El Concejo Indígena y Popular de Guerrero–Emiliano Zapata (Cipog-ez) emitió un comunicado este martes en el que advierte posibles bloqueos en carreteras federales si no hay atención inmediata a las zonas afectadas, particularmente en los municipios de San Luis Acatlán y Marquelia.

Según el documento, las comunidades ñuu savi de Jolotichán, El Mesón, Jicamaltepec, Piedra Ancha, Yoloxóchitl, San Antonio, Miahuichán y Zentixtlahuaca se encuentran con severos daños. También las comunidades afros de Zoyatlán, Cruz Verde y Capulín Chocolate, pertenecientes a Marquelia, sufren los estragos de la tormenta.

El Cipog-ez detalló que el huracán dejó viviendas sin techos, caminos intransitables, escuelas y centros de salud en ruinas, así como una grave afectación a cultivos como papaya, plátano, coco, mango, sandía y maíz, base alimentaria de las familias.

“Este huracán dejó nuestras casas sin láminas, nuestros caminos y carreteras bloqueadas y cuarteadas (…). El agua potable dejó de correr, se fue la luz, las tierras quedaron devastadas y nuestros cultivos se perdieron”, expresa el comunicado.

El Consejo exigió la integración de estas comunidades a los censos del Bienestar, así como un plan integral de reconstrucción que incluya viviendas, escuelas, caminos y servicios básicos como agua potable, energía eléctrica y drenaje. También pidieron envío de medicinas, personal de salud y apoyo directo al campo.

De no obtener respuesta inmediata, anunciaron bloqueos indefinidos en la carretera Marquelia–Acapulco, hasta que el Estado garantice acciones concretas de atención.