Más de 400 familias que dependen del sistema de recolección de basura privado, mejor conocido como “La Basura Jefa” podrían quedarse sin ingresos si se concreta el cierre del basurero municipal del Huiteco, según advirtieron los trabajadores.
Esta mañana, dirigentes, choferes y chalanes de “La Basura Jefa” estacionaron sus unidades sobre la avenida Ignacio Ramírez, justo detrás del Ayuntamiento capitalino, esto en respaldo a sus dirigentes, quienes entregaron un documento dirigido al alcalde Gustavo Alarcón para solicitar una audiencia y establecer una mesa de trabajo.
Relataron que el motivo de este encuentro es para plantear que el tiradero del Huiteco permanezca en funcionamiento, pero con acciones de saneamiento, como la instalación de un sistema de extracción de lixiviados (líquidos de la basura),
Los trabajadores informaron que cerrar el relleno sanitario actual y comenzar a utilizar el de Matlalapa representa un golpe económico para ellos, pues tienen que cubrir más gastos de gasolina.
Explicaron que ante la falta de mantenimiento del lugar, recientemente hubo un derrumbe en una de las celdas del relleno, lo que ocasionó que durante tres días la basura se llevará a Matlalapa, lo que incrementó sus gastos en combustible, desgaste de llantas y pérdida de tiempo, pues el trayecto es mucho más largo.
Recalcaron que por su labor no reciben sueldos ni subsidios del gobierno, únicamente se sostiene con lo que la gente les da y con lo que se puede reciclar y el cambiarlos de basurero los dejaría sin nada de ingresos para sus familias.
Actualmente, en Chilpancingo operan 160 camionetas bajo este sistema privado y va da unidad realiza en promedio dos viajes diarios, recolectando cerca de 100 toneladas de residuos entre todas.
Debido a la falta de compactación, cada camión traslada alrededor de tres cuartos de tonelada en cada jornada.
Los manifestantes insistieron en que su trabajo debería ser reconocido por el ayuntamiento, ya que retiran residuos de colonias populares sin recibir un peso del erario.
Finalmente señalaron que su intención no es bloquear vialidades, sino entablar un diálogo con el presidente municipal para que atienda la situación del relleno sanitario y de esta manera evitar una crisis sanitaria como la que ocurrió durante la administración del ex alcalde Marco Antonio Leyva Mena.
