Alejandro Gómez
Con una celebración religiosa en la iglesia de San Martin del barrio de “El Chorrillo” y la colocación de una ofrenda floral en la fotografía instalada a las afueras de donde fue su domicilio, en Taxco, familiares, amigos y vecinos de la menor Camila recordaron el primer aniversario de ese infanticidio ocurrido el año pasado durante la Semana Santa y que le dio la vuelta al mundo, por cuyo acto se le arrebató la vida a una niña de apenas ocho años de edad.
Entre lágrimas y dolor de familiares, amigos y vecinos, la mamá de la menor, Margarita Ortega Díaz, mencionó que en aquel momento desde redes sociales hubo demasiados jueces injustos que juzgaron y criticaron sin saber ni conocer a la menor de edad ni a su familia.
Con voz entrecortada, mencionó que la vida de su hija le fue arrancada de la manera más cruel e injusta y desde ese momento cambio todo para el resto de su familia, generando una ausencia dolorosa y un vacío que nunca se llena, aunque su espíritu sigue y seguirá vivo en cada rincón de Taxco.
Ortega Díaz expuso que si bien el dolor por la pérdida irreparable de su pequeña hija Camila no cesa, pero ese fallecimiento no ha sido en vano y dio gracias a las diputadas y diputados locales de Guerrero, por haber escuchado el clamor de una madre destrozada y escuchar el grito silencioso de miles de niñas y niños del estado que no merecen crecer con miedo.
Se dijo agradecida por la aprobación de la ley que lleva el nombre de su hija, que es un escudo para toda la niñez guerrerense y expresó su gratitud a la gobernadora, Evelyn Salgado, de quien dijo no solamente escuchó su dolor sino que lo hizo suyo y tomó su causa para convertirla en una lucha por la justicia.
Aseguró que la “Ley Camila” es un legado de su hija y ahora Guerrero es más seguro para niñas y niños de la entidad gracias a esa determinación y dijo que, con el inicio del “Protocolo Camila” consistente en la colocación de cámaras de video vigilancia e iluminación de callejones aledaños, se da paso a un acto de justicia y mensaje para las familias taxqueñas de que ningún infante debe caminar con miedo, pues esos sistemas no solamente vigilaran las calles sino el futuro de los hijos.
Defendió que la ley no es solamente un papel sino un compromiso del que no basta con su existencia y se debe exigir su cumplimiento, además, no se debe permitir el sufrimiento de la infancia como ocurrió con Camila, en tanto que a las autoridades pidió no bajar la guardia, “la Ley Camila es apenas el principio, debido a que se requiere de mayor protección, educación y más oportunidades para los niños y que ninguna madre tenga que enterrar a su hija por un tema de violencia”.
Bajo esa premisa, autoridades policiacas dijeron que el “Protocolo Camila” es un sistema de alarma con botones de pánico, iluminación y rehabilitación de callejones aledaños a la vivienda de la familia Gómez Ortega y la colocación de dos cámaras fijas y una móvil con alarma y alta voz que se otorgará a un comité ciudadano encargado del tema de seguridad.
También contempla un sistema de monitoreo permanente conectado al C-2 y atendido por la Guardia Nacional (GN) y Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y vigilado por la secretaría de seguridad pública.