Bajo el pretexto de ser un tianguis artesanal, un mercado de comercio informal se instala de manera regular en el zócalo de Chilpancingo, generando afectaciones tanto a la economía local, así como también al patrimonio histórico de la ciudad.


De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Museo Regional de Guerrero ha sufrido daños en su fachada debido a la colocación de estructuras metálicas para los puestos ambulantes.


Tan solo hace unas semanas, el gobierno destinó más de 200 mil pesos en la restauración de su exterior, pero a escasos días, una de sus esquinas fue golpeada, desprendiendo parte de la fachada recién remodelada.


Este museo, que fue construido hace más de 100 años en el periodo porfirista con un estilo neoclásico, es el único edificio reconocido como monumento histórico en Chilpancingo. Sin embargo, la Iglesia de la Asunción de María también cuenta con protección del INAH, ya que en su interior se llevó a cabo el Primer Congreso de Anáhuac.


En este contexto, cualquier daño que sufran estos edificios deben ser restaurados siguiendo estrictos lineamientos del INAH, lo que implica costos elevados y un proceso meticuloso para respetar sus características originales.


Haciendo un recorrido por área y ahora que después de hace mucho tiempo, el lugar se encuentra por fin libre, pudimos notar que de costado a costado el edificio que alberca el Museo Regional de Guerrero, presenta daños, tales como pedazos de la estructura caídos, cuarteaduras y raspones que poco a poco han sido remendados.


Además del daño patrimonial, este “Tianguis” informal representa una competencia desleal para los comercios establecidos, según señaló Marco Antonio Rodríguez Canacasco, dirigente de la Coparmex en la zona centro de Guerrero.


Indicó que su forma de comercio no genera beneficios a la economía formal ni tampoco contribuye al desarrollo del municipio.


Rodríguez Canacasco enfatizó que la Coparmex ha solicitado reuniones con el gobierno municipal para regular el comercio en la plaza cívica Primer Congreso de Anáhuac, ya que es un espacio de esparcimiento que cada vez es más reducido por la ocupación de vendedores ambulantes.


Cada que se instala este tianguis, son al menos 200 comerciantes informales los que se instalan de manera permanente, por un lapso de tiempo de aproximadamente un mes.


Esto a pesar de que este espacio tiene un decreto como “centro histórico” y las autoridades permiten su ocupación bajo la figura de “tianguis artesanal”, aunque en realidad la venta de artesanías es mínima.
En este lugar se pueden encontrar principalmente productos de temporada, bisutería, incluso alimentos y productos de origen chino.


La instalación de estos tianguis inicio de manera recurrente durante la administración de la ex alcaldesa, Norma Otilia Hernández Martínez y en la actual, que preside, el Dr. Gustavo Alarcón Herrera, no ha sido la excepción.


De acuerdo al testimonio de algunos habitantes, su instalación genera inconformidad y molestia, pues principalmente en horas pico, esa zona se vuelve intransitable, además de que afecta a la imagen y apreciación del centro y monumentos históricos.