Alejandro Gómez

El Partido Acción Nacional (PAN) en Guerrero atraviesa por un panorama “triste y gris”, pues en lugar de aumentar el número de sufragios ha venido en decrecimiento desde el 2008, donde obtuvieron el 10 por ciento del total de votos que lo ubicaba como la tercera fuerza política estatal y ahora bajaron a un tres por ciento bajo la dirección de Eloy Salmerón, ubicándose en séptimo lugar después de Movimiento Ciudadano (MC), señaló el consejero estatal panista, Carlos Millán Sánchez.

Acuso que el blanquiazul no es una voz crítica de los gobiernos de Taxco y Guerrero ambos de Morena, lo que es visto, calificado y reclamado por la misma sociedad que ya no ve en el PAN a una opción de oposición política como ocurre en otros lugares del país, por lo que aún y cuando no podría asegurar que existe complicidad con esas administraciones pero si han incurrido en omisión, “la población sostiene que en Taxco el PAN no es oposición”.

Millán Sánchez, lamentó que en lugar de fortalecer y consolidar a la militancia se han dedicado a debilitar las estructuras panistas en Guerrero, por la falta de entrega de prerrogativas, nula información partidista y ausencia de reuniones, aunado al “plan con maña” del dirigente Salmerón Díaz, que busca avalar consejeros estatales para que la elección de la siguiente presidencia estatal sea a través de consejo estatal, pisoteando el derecho de quienes han luchado muchos años.

Habló de la importancia de elegir dirigencias de tiempo completo, con visión de crecimiento, de unidad, con interés de fortalecer las estructuras municipales y no de “agandalle” como se caracteriza Eloy Salmerón, quien se ha encargado de destruir las agrupaciones panistas internas al cambiar los comités locales por delegaciones, como ocurrió en las localidades de Tetipac, Chilapa, Igualapa y Coyuca de Catalán, “confío en que la militancia analice la importancia de cambiar el camino actual”.

Reprocho que Salmerón Díaz pretenda preparar el camino para tener una presidencia estatal “a modo”, integrada por consejeros a quienes pueda controlar y de esa manera evitar riesgos de derrota, cuando en las filas partidistas existe militancia enojada con la dirigencia azul ante el intento por quitarles su derecho a elegir libremente y con transparencia, “nuestro equipo está preparado para ir como quieran y reiteramos nuestro reclamo a ese tipo de prácticas”.

Carlos Millán Sánchez aceptó que desde hace un tiempo su instituto político dejó de acercarse a la militancia y a la sociedad y dejó de hacer trabajo “pie tierra” con el pueblo”, lo que ha generado molestia y reclamos de la comunidad al ver a una dirigencia partidista débil, ausente y con la mirada fija en los cargos de elección popular pero por la vía plurinominal, ya sea regidurías, sindicaturas o lo que se ponga en frente, mientras a la gente se le ocupa para cuidar casillas o salir a votar.