La inseguridad en el municipio de Cuajinicuilapa, ubicado en la región de la Costa Chica, ha paralizado las actividades educativas en todos los niveles. Desde preescolar hasta medio superior, las escuelas han suspendido clases durante los últimos 15 días debido a la creciente violencia en la zona.
Los recientes hechos violentos incluyen varios homicidios y un tiroteo en la avenida principal Porfirio Díaz, donde una comerciante resultó herida. Estos incidentes han generado un clima de temor entre la población y han afectado la vida cotidiana del municipio.
La única excepción es la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), que sigue operando con normalidad, en parte debido a su proximidad a un cuartel de la Guardia Nacional.
Además de la inseguridad, los vecinos han denunciado la falta de atención por parte del presidente municipal Edgardo Paz Rojas, quien, según los habitantes, ha estado ausente durante la crisis. Esto ha provocado problemas en los servicios básicos, como el suministro de agua potable, del cual los residentes carecen desde hace un mes. También señalaron que en el Ayuntamiento pocas áreas están en funcionamiento.
Por otro lado, el presidente electo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Hildeberto Salinas Mariche, tampoco ha sido visto en público ni ha participado en los trabajos de entrega-recepción, lo que ha generado incertidumbre sobre quiénes conformarán su próximo gabinete.
La violencia también ha impactado el transporte público. El martes, el asesinato de un chofer en la colonia Miguel Alemán llevó a la suspensión del servicio de las rutas que conectan Rancho Alegre, Cerro del Indio y La Petaca, afectando aún más a la comunidad.