Michel Vargas
En el puerto de Acapulco, algunos pequeños negocios y empresas departamentales que sufrieron daños por el paso del Huracán Otis o por la rapiña que se generó días después, no han podido ser remodeladas o comenzar si quiera con los trabajos de mantenimiento, debido a la tardanza en los pagos y verificaciones de las aseguradoras.
En negocios que se encuentra cerca del Zócalo porteño, no han sido revisados por las empresas aseguradoras o por personal de valuación, por lo que no han podido comenzar a realizar las maniobras de reparación
Como ejemplo, la empresa Woolworth que mantiene dos sucursales en Acapulco, ubicadas en la avenida Cuauhtémoc y la avenida Juan R. Escudero metros antes de llegar a la Costera Miguel Alemán, las cuales no han sido revisadas y no tienen siquiera fechas de reapertura.
Los trabajadores de esta empresa, en últimas fechas realizan la entrega de volantes promocionales en donde informan que sus clientes pueden realizar únicamente compras en línea, además de que si mantenía algún tipo de apartado con ellos, puede solicitar su devolución a través de un número de teléfono y por atención al cliente vía WhatsApp.
Cabe resaltar que las empresas aseguradoras, tardan aproximadamente de entre 15 a 20 días para realizar la evaluación de daños y llegan a tardar de 20 días más en la entrega del pago correspondiente.
Además, que después de hacer sido efectuada la evaluación, los dueños o representantes legales del negocio no pueden realizar ninguna remodelación hasta que se emita un dictamen y en caso de realizarse algún trabajo de mantenimiento, el monto considerado como pago de daños queda reducido o es invalidado.
Finalmente, a casi tres meses del paso del Huracán Otis en Acapulco el centro de Acapulco se mantiene visualmente dañado y con la mayoría de negocios cerrados o en otros casos con horarios reducidos hasta las 05:00 de la tarde, quedando el centro de la ciudad como dirían algunos acapulqueños, como un “pueblo fantasma”.