CHILAPA. —El Centro de Derechos de las Víctimas de la Violencia “Minerva Bello” confirmó que niños desde los 12 años son usados para las guardias armadas en pueblos de la Sierra de Guerrero, ante ataques del crimen organizado.

Tras la misa en apoyo a las víctimas de violencia en Chilapa, el Presbítero Filiberto Velázquez, director de la ONG, confirmó que los pueblos se ven en la necesidad de realizar guardias armadas en las que participan menores desde los 12 años.

“Esta es una realidad que se vive en varios pueblos de la Sierra, no es exclusiva de Acatlán”, dijo el sacerdote. “Los niños se están armando porque se sienten amenazados por los grupos delictivos”.

La semana pasada, un medio de comunicación nacional informó que niños de 12 años eran reclutados en Acatlán, para hacer frente a los ataques armados de un grupo delictivo que intenta apoderarse de la zona.

Al respecto, el Presbítero Velázquez reveló que dichas actividades no son exclusivas del poblado de Acatlán, sino de otros pueblos en los límites de las regiones Norte y Tierra Caliente, en donde se han presentado fuertes problemas de violencia.

“Desde hace un año que comenzaron estos ataques de estás comunidades por la presencia de un grupo contrario al que predomina en la región, comenzaron los pobladores a sentirse agredidos y una respuesta natural fue organizarse y defenderse”, explicó.

“Esto ha hecho que los niños, como se escuchó en el reportaje, a partir de los 12 años se les dé armas para que participen en esas rondas de seguridad”.

El sacerdote recordó que debido a la situación de violencia que permanece en esa zona del estado, el año pasado se ha registrado el desplazamiento forzado de comunidades completas. Algunas han retornado de manera parcial ante el temor de perderlo todo, pero sin garantías de seguridad.

Por ello, el activista hizo nuevamente el llamado a las autoridades de seguridad correspondientes, para dar seguridad en aquella región de la entidad y evitar el desplazamiento de pueblos y que los menores continúen tomando armas para defender sus hogares.

“Es urgente que el gobierno actúe para detener esta situación”, dijo Velázquez. “Los niños no deben estar expuestos a la violencia y a la muerte”.

Esta es una situación alarmante que refleja la gravedad de la violencia que se vive en Guerrero. Es urgente que las autoridades tomen medidas para proteger a los niños y garantizar su seguridad.