Paul Ávila
La llegada del Huracán Otis a las costas de Guerrero ha dejado una estela de devastación, hambruna y una grave falta de servicios en el municipio de Coyuca de Benítez, ubicado en la costa grande del estado.
Los habitantes de las comunidades de este municipio se han visto sumidos en una situación desgarradora, rodeados de lodo y escombros, mientras tratan de asimilar la magnitud de lo sucedido y de encontrar la fuerza para seguir adelante. La falta de alimentos y recursos esenciales se ha convertido en una cuestión vital para la supervivencia de la población.
En un acto de solidaridad, los pobladores se han abastecido con los suministros básicos que llegan a través de la generosidad de asociaciones civiles y grupos de familias provenientes de otras partes del estado y del país. Estos esfuerzos conjuntos han sido fundamentales durante los primeros días posteriores al desastre, permitiendo a la población sobrevivir en medio de la adversidad mientras esperan la asistencia del gobierno.
En medio de la desolación, es necesaria la ayuda de todo el país para superar la adversidad y trabajar juntos en la reconstrucción de Coyuca de Benítez.