Alexis Blancas

Como cada año, los días 1 y 2 de noviembre, la localidad de Huiziltepec, municipio de Eduardo Neri celebra la llegada y despedida de sus fieles difuntos iluminando el panteón con velas, flores, incienso y música.

Como casi una tradición milenaria, los días 1 y 2 de noviembre, que en la cultura mexicana se celebra el día de muertos y fieles difuntos, esta localidad se ilumina desde las calles que conducen al cementerio, con veladoras y arcos de flores, guiando el camino hasta llegar al camposanto.

Desde las 6 de la tarde aproximadamente, los pobladores comienzan a caminar con dirección al panteón de la localidad, que se encuentra casi a la salida del pueblo, durante todo el camino, son por lo menos tres cuadras las que están repletas de veladoras encendidas, iluminando el camino, además de arcos de flores y globos.

Al llegar al cementerio, los familiares de los difuntos depositan su ofrenda floral, la cual consiste en la ya famosa flor de cempasúchil y terciopelo, además de la ofrenda, encima de cada una de las tumbas encienden velas, las cuales iluminan el cementerio de una manera extraordinaria.

Esto genera una atmosfera espectacular, pues con esta acción reciben y al mismo tiempo despiden a sus difuntos, tantos colores, tantos olores te generan una sensación de paz, armonía y de reconforte al saber que sus muertos regresan a este mundo a estar un momento con ellos.

Durante esta acción también se celebra una misa, dicha celebración el 1 de noviembre es dedicada para los niños que lamentablemente ya no se encuentran en este mundo, pues según la tradición este día es cuando ellos vienen a estar con sus seres queridos, el 2 de noviembre esta misa es dedicada para los adultos.

Huiziltepec se caracteriza por ser una comunidad indígena y de orígenes mexicas, por lo que gran mayoría de sus pobladores hablan la lengua náhuatl, apegado a su herencia mexica, los familiares de los difuntos solo se quedan en el cementerio hasta las 10 de la noche aproximadamente, pues tienen la creencia que después de las doce de la noche salen los nahuales a recorrer las calles.

Esta tradición y herencia cultural ha catapultado a este poblado como uno de los principales destinos para fotógrafos, videografos e historiadores que acuden en estas fechas a apreciar la celebración que realizan para sus difuntos.