Jesús Saavedra

El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) condenó “enérgicamente” el asesinato del dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, y exigió a la Fiscalía General del Estado (FGE) “una exhaustiva y diligente investigación” por ese crimen.

Desde sus oficinas centrales en la Ciudad de México, el INPI recordó que Bruno Plácido fue un “indígena mixteco, originario de San Luis Acatlán, Guerrero, líder comunitario y dirigente de la UPOEG, quien caminó y trabajó por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, e hizo grandes aportes al fortalecimiento regional en materia de seguridad comunitaria”.

Por ello, el INPI exigió “a la instancia de procuración de justicia del estado, a efecto de que se lleve a cabo una exhaustiva y diligente investigación con el firme propósito de identificar y castigar a los responsables materiales e intelectuales de este crimen, además de implementar acciones de apoyo y protección a familiares de la víctima”.

Ese organismo público descentralizado del gobierno federal expresósu repudio a “cualquier asesinato o crimen cometido contra personas indígenas, por ello, reitera su compromiso de trabajar por sus derechos e impulsar un Estado pluricultural, justo e incluyente, para que estos lamentables hechos nunca más sean parte de la realidad cotidiana que se vive en las comunidades”.

Aseveraron que el asesinato de Bruno Plácido “es aún más condenable pues ocurrió mientras realizaba gestiones para mejorar las condiciones de Salud de las comunidades de la Sierra de Guerrero y la instalación de más clínicas en municipios de la Costa Chica”.

Finalmente, el INPI hizo “un llamado a la UPOEG a continuar la lucha por la autonomía y la justicia, siempre por los caminos de la paz, el diálogo y la construcción de acuerdos”.