ACAPULCO.— Más de 150 migrantes haitianos provenientes de la Ciudad de México, fueron abandonos desde hace una semana en Acapulco, por personal del Instituto Nacional de Migración (INM) los trasladó con el argumento de que en sus oficinas del puerto les sería entregado un permiso.

“Nosotros estábamos en (Ciudad de) México, llenaron un bus y nos trajeron a la plaza (Acapulco). Solamente una sola cosa nos dijeron cuando llegamos a acá el lunes, que el martes nos llevarían de regreso y firmarían el papel”, dijo Gerisma, un haitiano que tuvo que abandonar su país y su familia hace 10 meses tras un intento de asesinato y de arrebatarle su casa.

Para los migrantes haitianos, ese “papel” o “papelito” que andan buscando, es el permiso de trabajo o el permiso migratorio de estancia que emite el INM a personas extranjeras para poder permanecer en el territorio mexicano de forma regular.

Sin embargo, su situación se ha complicado, ya que muchos salieron sin documentos que respalden su identidad.

Yvens, un ingeniero civil, salió de Haití hace unos cuantos años debido a que la crisis política y económica en la que se encuentra inmiscuido su país de origen.

Durante su periplo de migrante también pasó por países como Brasil y Chile, lugares de donde también tuvo que emigrar para tener una mejor vida.

“Ahora no tenemos destino porque si tenemos el papel aquí, nos quedamos a trabajar acá, pero si no tenemos algo para trabajar o una vida mejor nos vamos a otro país a buscar porque por eso salimos de nuestro país”, comentó Yvens, quien junto a su esposa e hijo han tenido que dormir en la calle mientras espera una respuesta por parte de las autoridades migratorias.

Aunque aseguran que Estados Unidos es el mejor destino para los migrantes, ellos tienen la esperanza de que en México les puedan brindar la ayuda que ellos necesitan en este momento para trabajar.

Los migrantes confían que, aunque la población acapulqueña está siendo solidaria con ellos al donarles un poco de comida, lo que necesitan es dinero para poder subsistir.

“Lo que queremos es trabajar para mantenernos a nosotros mismos, porque para bañarnos tenemos que pagar y para ir al baño también. Es por eso que nosotros necesitamos trabajar, para poder vivir, porque así como estamos viviendo está muy mal, no podemos estar viviendo así”, puntualizó Gerisma.

Para muchos de ellos, su estancia en la ciudad del estado mexicano de Guerrero se ha dificultado mucho al no hablar el español.

Pese a esto, una palabra se ha hecho popular entre ellos: “esperar”, ya que dicen que es lo único que les queda.

En esta situación no importa la profesión o estatus social, debido a que todos se encuentran en la misma condición migratoria.

Niños, jóvenes y adultos esperan bajo el rayo del sol una respuesta favorable que les dé una segunda oportunidad para reconducir su vida.

Con la cara de desesperación y sin poderse comunicar con los mexicanos, Tondereau Jean Max, un camarógrafo haitiano, pide a todas las personas que le puedan ayudar a conseguir una residencia o permiso para que de esta manera logre trabajar y mantener a su familia quien viene con él.

El migrante aseveró que estar afuera de las oficinas de migración ya no es una opción, mientras que centenas de haitianos siguen soportando temperaturas altas y durmiendo a la intemperie.

Hasta el momento ninguna autoridad se ha pronunciado ante dicha situación, por lo que los migrantes siguen a la deriva. (Información de EFE)