Alexis Blancas

La coordinadora Bienestar Animal, Gretta Fuentes de María de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Guerrero (SEMAREN), informó que el caso de perro callejero Stich, quien murió tras ser golpea por un hombre en la colonia Lomas del Poniente implica sanción de cárcel para el agresor.

Señaló que dentro de sus funciones no implica sancionar de ninguna manera a los agresores, pero si coordinar y vincular a los ciudadanos que tengan el interés de denunciar ante las dependencias correspondientes.

Agregó que durante esta administración se han expuesto algunos casos de agresión contra animales como el de el perrito Stich, el burro de la isla de la Roqueta en Acapulco y el zoológico Zoochilpan, lo cual ha puesto en la mira nacional al estado de Guerrero.

Recalcó que si estos casos han puesto en la mira nacional a la entidad, pero en esta difusión hace constatar que en administraciones anteriores se daban casos peores de maltrato animal y nunca fueron tomados en cuenta por estás administraciones.

Específicamente en el caso de Stich señaló que no amerita solamente una multa económica por parte del municipio para el agresor, la cual ronda desde los 172 hasta los 51 mil pesos, pues se tiene que aplicar el Código Penal del Estado de Guerrero del 2019.

En este se señala en los artículos 375 y 376 que las sanciones van desde los 30 mil hasta los 110 mil pesos por los casos de maltrato animal, pero también señala que la sanción amerita prisión de 6 meses a cuatro años, según lo definan las autoridades correspondientes.

Por esa razón, la coordinadora de Bienestar Animal de la SEMAREN, indico que la sanción para el agresor debe ser prisión, ya que considero que fue una agresión que inicio con la tortura del camino y termino con su muerte.

Además, recordó el caso de “Jane”, la gatita que ingreso a un domicilio y en este fue torturada, asesinada y arrojada a la calle, ese caso se suscitó en el municipio de Tixtla, en el año 2022.

Este caso al igual que el de Stich, su dueña la localizó y trató de atenderla, pero por la gravedad de las lesiones la felina no se pudo salvar, en el caso de ella, se hizo la denuncia ante SEMAREN y se vinculó al Ministerio Público correspondiente.

Con esto se consiguió un pago para resarcir el daño, de una cantidad suficientemente importante para sentar un precedente en el estado de Guerrero.

Por este hecho en el Ayuntamiento de Tixtla se creó el Consejo de Bienestar Animal, sumándose a los municipios de Acapulco, Zihuatanejo, Chilpancingo e Iguala que ya cuentan con un reglamento de bienestar animal.