• Miembros de la CETEG exigieron justicia para Mario Zamora, quien era coordinador de policía comunitaria en el valle de El Ocotito, asesinado el 26 de enero del año pasado 

Jesús Saavedra

BUENAVISTA DE LA SALUD.— Policías comunitarios de Buenavista y maestros disidentes, recordaron este jueves el primer aniversario del asesinato del coordinador de la base de seguridad en este poblado del municipio de Chilpancingo, Mario Zamora Maldonado.

El 26 de enero del año pasado un grupo de hombres armados que supuestamente formaban parte del grupo criminal ‘Los Ardillos’, irrumpieron a balazos y granadazos en este puesto de seguridad que se ubica en el corredor del valle de El Ocotito, en la carretera federal México-Acapulco.

En esa ocasión hubo más de una decena de muertos y uno de ellos fue el comandante de la policía comunitaria de Buenavista de la Salud, Mario Zamora Maldonado, quien además era profesor afiliado a la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).

Este jueves los Policías Comunitarios de esta base de Seguridad y maestros disidentes le rindieron un homenaje al profesor, en donde Mario Alberto Urióstegui, dirigente de la CETEG criticó que a un año del crimen de su compañero no haya justicia y continúe el “hostigamiento” de parte del grupo criminal de ‘Los Ardillos’.

En el acto recordaron que Zamora Maldonado, fue egresado de la normal de Ayotzinapa y cuando inició a laborar en el magisterio, se afilió a la CETEG.

Indicaron que Mario Zamora fue secretario de Organización, “luchó en contra de la Alianza por la Calidad Educativa, contra la Reforma Educativa impulsada por el entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto y por la presentación con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa”.

Señalaron que hace un año, también fueron asesinados otros tres integrantes de la Policía Comunitaria de Buenavista, Marciano, Víctor y Demetrio, y cuyas familias ahora se encuentran desplazadas de la comunidad.

En el lugar exigieron que se haga justicia también por el crimen del maestro, Joaquín Hernández Epifanio, quien en 2020 fue asesinado en el poblado de Cajelitos, cuando llegaba a trabajar en la escuela de esa comunidad.

En el acto un integrante de esa policía que se unió la semana pasadas a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria-Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF), denunció que previo a este homenaje, el domicilio de uno de sus miembros fue cateado por la Policía del Estado, sustrajeron dinero y otros bienes.

Tras el homenaje, reiteraron su compromiso por mantener este movimiento para mantener la seguridad en el Valle y Buenavista, y en memoria de sus compañeros caídos en el combate al grupo delincuencial ‘Los Ardillos’.