•  Monseñor Leopoldo González aseguró que “las políticas de no violencia han de comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana”

Ana Lilia Torres 

Además de convocar a la población a participar en la Marcha Nacional a Favor de la Mujer y la Vida, el próximo sábado a las 4:00 de la tarde,el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, dijo que ante los crímenes y delitos debe restablecerse el orden de justicia y conocer la verdad, porque la impunidad es abono a la violencia.
En su mensaje dominical, el prelado hizo un llamado a la paz y a cultivar la no violencia, valores que empiezan desde casa, con la protección de los más pequeños, y en particular, de los recién concebidos.

Por eso, convocó a los católicos y a quienes les interesa defender la vida desde que es concebida, a marchar del Parque Papagayo con dirección al Parque de la Reina.

Por otra parte, el responsable de la Diócesis de Acapulco destacó que el dos de octubre es una fecha que duele en la historia de México, porque se recuerda la masacre de Tlatelolco en 1968, pero además se conmemora el aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, líder de la independencia de la India, y en su honor se celebra el Día de la No Violencia a nivel internacional. 

“La gran mayoría de personas miramos que hay demasiada violencia en nuestro mundo, en nuestra patria, en nuestra región, que es muy grande el sufrimiento que causa y la sensación de inseguridad que afecta a muchas personas”, dijo el clérigo. 

Sin embargo, reconoció que “no nos vemos exentos de la tentación de reaccionar de manera violenta ante los conflictos y problemas en nuestra vida familiar, en nuestros grupos, en la sociedad. A veces lo hacemos y luego nos arrepentimos, convencidos de que reaccionar violentamente daña a las personas y empeora las cosas”. 

Consideró que el camino de la “no violencia” se empieza a recorrer en el seno de la familia, que es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado.

“En la familia se cuida de cada uno de los integrantes, a nadie se excluye, pero se cuida de modo preferente a los más pequeños para que se desarrollen y puedan valerse por sí mismos, y el más pequeño de todos en la familia es el ‘hermanito’ no nacido, el recién concebido”, añadió. 

Es por ello que convocó a participar en la Marcha Nacional a Favor de la Mujer y la Vida el próximo sábado y manifestarse contra el aborto en Acapulco.

“Las políticas de no violencia han de comenzar dentro de los muros de casa para después extenderse a toda la familia humana y en los conflictos y desacuerdos rehacer la unidad conservando los puntos más valiosos de las posturas opuestas y de ahí continuar”, añadió finalmente el representante católico.