•  El exrepresentante de ese Morena ante el órgano electoral dijo que el partido está desarticulado, desmantelado y sin dirigencias, y por eso les han impuesto candidatos externos surgidos del PRI 

Alejandro Gómez

Aunque Morena ganó cuatro de seis gubernaturas en las elecciones del pasado domingo, ese resultado no definirá la elección presidencial dentro de dos años, porque quien realmente se llevó el proceso fue el presidente Andrés Manuel López Obrador, y este factor de unidad ytriunfo tiene como fecha de caducidad septiembre del 2024, advirtióSergio Montes Carrillo, exrepresentante morenista ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana.

Explico que Morena gana perdiendo, porque postuló candidatos de lo más rancio del viejo régimen priista y dejó pasar la oportunidad de elegir a personajes con probada honestidad y capacidad de triunfo, por lo que deberán reflexionar sobre lo que ocurrirá cuando el mandato de López Obrador y entender que en el 2024 se medirán con su estructura y capacidad como partido político, sin depender de una figura, liderazgo o de la administración federal.

Montes Carrillo aseguró que Morena es un partido desarticulado, desmantelado y sin dirigencias, lo que motivó la imposición de candidatos externos surgidos del PRI en las elecciones en seis estados del país.

Criticó que en Morena ha ganado la “dedocracia” porque en los procesos internos se hacen a un lado los estatutos, además de que las encuestas “son actos de fe” que nadie conoce ni sabe quién las realizó.

“Son triunfos con sabor a derrota; si, se ganó, pero a que costo, con quien”, insistió Montes Carrillo, quien reprochó que las nomenclaturas nacionales corruptas de Morena han optado por las encuestas y decisiones cupulares para imponer a los abanderados de lo más rancio del viejo régimen, olvidando que esas decisiones tendrán costo en un futuro. 

Comentó que los resultados electorales reflejan un alto abstencionismo porque hubo menos del 50 por ciento de participación de los electores en la mayoría de los estados, lo que representa un mensaje de desinterés hacia el sistema de partidos políticos que se encuentran en una crisis de credibilidad y aceptación social. 

“Durante esas elecciones los principales candidatos se dedicaron a remarcar lo negativo de cada uno de ellos, a hacer señalamientos de corrupción, de deshonestidad y la comisión de fraudes, lo que abono al de por sí muy alto nivel de abstencionismo”, apuntó Sergio Montes Carrillo, quien considero que ese factor sigue siendo determinante en procesos electorales.

Recordó que en procesos electorales anteriores mucha gente sin experiencia ni capacidad, por conveniencia llegó a Morena, y se asumieron como parte de la cuarta transformación, pero “sigue habiendo lacras” contra las que “nadie actúa”.