• Por recomendación de Aurelio Nuño, “junior sin experiencia”, pretendieron endosarle a su gobierno la responsabilidad de lo ocurrido en Iguala, revela el exgobernador 

Jesús Saavedra

El exgobernador Ángel Aguirre Rivero acusó al exjefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño Mayer, a quien llamó “junior, sin experiencia”, de haber sido el responsable de “aconsejar” al expresidente, Enrique Peña Nieto, de minimizar la desaparición de 43 estudiantes en Iguala y tratar de endosar la responsabilidad de lo ocurrido a la administración estatal que él encabezaba en 2014.

Unos días después de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó su tercer informe de labores en el que señalan que funcionarios de los tres niveles de gobierno manipularon y fabricaron pruebas en las investigaciones por la desaparición de los jóvenes, el exmandatario guerrerense reveló que “en los primeros 15 días de tan lamentables hechos, el gobierno federal (que encabezaba, Enrique peña Nieto) los minimizó señalando que se trataba de un tema local”, por lo que tenía que ser “resuelto por el entonces gobernador”.

Ángel Aguirre afirmó que a la fecha le “cuesta trabajo asimilar que el presidente (Peña Nieto) haya escuchado la sugerencia de un junior, sin ninguna experiencia en política, como Aurelio Nuño, entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, de que no se involucrara en este asunto”.

Indicó que la instrucción que dio al entonces procurador de Justicia, Iñaki Blanco Cabrera, fue “que se trasladara al lugar de los hechos, procediendo a la detención de 27 policías municipales que a la fecha ninguno ha sido puesto en libertad por el riguroso procedimiento que se siguió”.

Se quejó de que el gobierno federal “nos negó todo tipo de apoyos por parte del Ejército y la Policía Federal, y no solo eso, Tomas Zerónmantuvo retenido a Iñaki Blanco para su posible consignación”.

Aguirre Rivero acusó al entonces director de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República de empecinarse “en involucrarme con nexos con la delincuencia organizada, para que obviamente yo también fuera detenido, lo cual no prosperó porque nunca tuve la más mínima relación con estos grupos delictivos. Hoy Zerón se encuentra en Israel. Ojalá muy pronto se consiga su extradición para aclarar cabos sueltos”, señaló.

Afirmó que “las bases de la investigación las sentó el procurador Iñaki Blanco, y cuestionó: ¿qué hubiera pasado si éste hubiera continuado con la investigación?, ¿por qué incluso se nos negó la coadyuvancia en este lamentable caso?; tal vez estaríamos hablando de otra historia”.

Añadió que en el gobierno de Peña Nieto, “muy tarde se dieron cuenta de que el tema escalaría y rebasaría las fronteras nacionales, muy tarde se dieron cuenta que el asunto era de carácter federal por tratarse de grupos de la delincuencia organizada”.

Señaló que de acuerdo a los cálculos políticos, en el gobierno federal “pensaron que con mi salida (del gobierno de Guerrero) el condenable hecho se acallaría, y que toda la carga de señalamientos vendría sobre mi persona”.

Luego criticó el desempeño de la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática que le retiró su apoyo político, porque llegó a ser gobernador por segunda ocasión postulado por ese partido político, y recordó que “hace unos días me reuní con un amigo senador a quien le tocó vivir de cerca el debate sobre estos hechos, quien me narró: ‘iba yo entrando al Senado cuando Carlos Navarrete (dirigente perredista) en ese tiempo dirigente nacional del PRD, ponía tu cabeza sobre la mesa. Me dieron ganas de vomitar; ¿Acaso se ha investigado qué rol jugaron los entonces dirigentes de este partido en esa trama política?’”.

Finalmente, Aguirre Rivero señaló que seguirá “esperando a que se conozca la verdadera historia y sólo me quedo con la frase que alguna vez acuñara el comandante Fidel Castro: La historia me absolverá”.