• David Martínez explicó que los gobiernos municipales de Acapulco y Chilpancingo, y la Capama, son los que concentran la mayor parte de esa deuda, por lo que hay denuncias penales contra los responsables

Jesús Saavedra

Los ayuntamientos que concluyen su gestión el 30 de septiembre próximo, sobre todo los de Chilpancingo y Acapulco, contra los que han interpuesto denuncias penales, heredarán adeudos por más de 800 millones de pesos con el Instituto de Seguridad Social de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG).

Así lo informó este lunes el secretario general del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), David Martínez Mastache, quien explicó que quien deja la deuda más grande al ISSSPEG es el gobierno municipal de Chilpancingo.

Señaló que en los 3 años, la administración que encabeza el alcalde Antonio Gaspar no reportó el descuento de los impuestos que retuvo a los trabajadores y adeuda al ISSSPEG 130 millones de pesos, además que tampoco reportó las cuotas sindicales al SUSPEG. “Estamos hablando cerca de 2 millones de pesos de adeudos a nuestro sindicato”, precisó.

Inclusive lamentó que tenga problemas con el pago de salarios a los trabajadores de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), con los que tiene un adeudo de más de 7 millones de pesos. “Se ha complicado su administración y los adeudos crecen”, reprochó.

Martínez Mastache dijo que en Acapulco la administración municipal y la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (Capama), “están haciendo un gran esfuerzo por ponerse al corriente en esos adeudos”.

Informó que el adeudo con el ISSSPEG que heredarán todos los alcaldes salientes superarán los 800 millones de pesos, pero los principales deudores son los ayuntamientos de Acapulco y Chilpancingo, así como Capama.

Informó que “ya tiene como dos meses que se interpusieron denuncias (penales), tenemos copias de ellas y en contra de los alcaldes, esperemos que se les llame a cuentas antes que salgan de su función”.

Por otra parte, hizo un llamado a los dirigentes seccionales a que sean “solidarios con el gobierno de Héctor Astudillo Flores, quien durante más de 5 años nos ha tratado muy bien y creemos que a fin de sexenio ser solidarios, porque hay adeudos de bonos y debemos esperar”.

Indicó que a la llegada de Astudillo Flores al gobierno autorizó un incremento salarial del 8 por ciento hasta llegar al 12 por ciento, por lo que pidió “que seamos solidarios y no hacer señalamientos o protestas por bonos, les pido tolerancia porque estarán garantizados los pagos”.