Una joven de 16 años de edad ingirió raticida y murió dentro de su vivienda, en la comunidad de Francisco Sarabia, en el municipio de Santa Clara Ocoyucan, Puebla.

Fueron sus padres los que encontraron a Erika muerta. Durante las diligencias del levantamiento del cadáver presentaba huellas de envenenamiento con raticida.

El cadáver fue levantado por agentes ministeriales del Grupo San Andrés Cholula y trasladado a la morgue de Puebla.