Decenas de manos, la mayoría de niños, cuya antigüedad se calcula en más de mil 200 años, fueron descubiertas por un equipo de investigadores dentro de una cueva, al norte de la península de Yucatán, en donde supuestamente realizaban rituales los mayas.

Se trata de 137 huellas rojas y negras en rocas de la caverna, debajo de una ceiba de unos 15 metros de altura.

Este árbol es sagrado para esa cultura, ya qu creen que sostiene el cielo con sus ramas y teje con sus raíces al inframundo maya.

Se cree que estas huellas fueron los vestigios de un ritual de iniciación en el periodo prehispánico en el que los menores transitaban de la niñez a la pubertad,

También se localizó un rostro labrado y seis relieves con pinturas, datan de entre el 800 d.C. y 1,000 d.C.