- Joven de 27 años, licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas, explica por qué de intentar ser candidato independiente en 2018, ahora busca representar a Morena en el Distrito Electoral 01 con sede en Chilpancingo
Quisiera empezar por que nos platicaras ¿quién eres y de dónde vienes? ¿Qué has hecho en tu carrera política?
Soy de Chilpancingo, tengo 27 años y desde muy temprana edad tuve la visión de participar en la política y por eso desde pequeño busqué prepararme para tomar la oportunidad.
Recuerdo de niño preguntándome ¿un político qué estudia? ‘Derecho’, me dijeron. Entonces decidí estudiar Derecho, y así lo hice en la UVM. Al mismo tiempo empecé a trabajar en el Senado de la República en el año 2012, en donde trabajé por 5 años.
También estudié Ciencias Políticas en la UNAM.
En el 2018 busqué construir una candidatura independiente, desde la ciudadanía, sin patrocinadores, sin padrinos políticos. Yo creo que era una campaña sin nada más que la gente que nos apoyó y nos escuchó, y que se convenció del proyecto distinto que teníamos para Chilpancingo.

¿De dónde surgió la idea de volverte un candidato ciudadano, te inspiraste en El Bronco?
No. Sobre todo el ejemplo de Pedro Kumamoto, en Jalisco. Es lo que más nos llamó la atención, porque se parecía más a lo que nosotros estábamos construyendo, porque la candidatura de El Bronco la representaba un político tradicional, con muchos métodos y trayectoria priísta. Sin embargo, Kumamoto era un joven como nosotros que se alió con un grupo de personas que se organizaron para construir una candidatura con una base ciudadana, con aquellos que estaban hartos de los partidos políticos.
También veníamos de un sexenio a través del cual había un hartazgo muy grande y que al ver nosotros una ruta en la cual pudiéramos participar activamente, porque he de decirlo, los políticos tradicionales no están con el ánimo de darle espacio a chavos con ideas y con ganas; es por eso que nosotros tenemos que tomar esos espacios de golpe, y la manera que yo tenía en ese momento, era el hacerlo por la vía independiente. Tenía que ir a buscar la firma de 2 mil 600 chilpancingueños y logre que me firmaran 3 mil 804. Eso reflejó un gran ánimo social.
Esto también me otorgó un espacio en la esfera pública en el estado. Yo recuerdo que en ese periodo se me acercaron y me ofrecieron participar en otros proyectos, pero mi compromiso en ese momento era no participar en ningún partido político.
Eso me costó estar dos años fuera de la arena política, tiempo en el que me refugié en la academia, como me sugirieron grandes políticos, quienes me decían que me dedicara a dar clases, a compartir el conocimiento y a construir una ideología.
¿Se desgastó el movimiento ciudadano, o por qué ya no lo vemos activo?, ¿en dónde están esas grandes figuras?
Yo creo que se debe a que no es una vía para la improvisación. El político convencional compra votos porque no puede salir y convencer a la gente, y para aquellos que no son políticos, les es muy difícil convencer a las personas. Cuando muchos salieron con esta idea en el 2018, se toparon con que no podían recolectar firmas, porque era difícil convencer a la ciudadanía de a pie.
A la misma Margarita Zavala, esposa de un expresidente de la República, se le complicó la recolección de firmas.
Claro, ella con toda su experiencia y equipo fue de las pocas que pudieron lograr las firmas que se necesitaron, ya que es un proceso muy difícil, y creo que eso alejó a la gente porque se dieron cuenta de la complejidad que eso representaba.
Yo creo que estamos en un momento en el que está muy definido en donde están los proyectos de izquierda y yo no voy a ser factor de ruptura de un proyecto de izquierda. En 2018, Chilpancingo fue muestra de eso. Se presentaron 3 o 4 personas con visiones de izquierda y la presidencia municipal se perdió y no podemos permitir que eso vuelva a suceder.
Los que somos de izquierda, aunque no seamos candidatos, tenemos que mantenernos unidos en esta próxima elección.

¿Por qué si en un momento definiste no participar en ningún partido, ahora estás buscando un cargo de elección por Morena? ¿Eres chapulín? ¿Por qué faltas a tu palabra?
No. Yo me prometí no participar en ese proceso electoral y lo cumplí. No puse sobre la mesa de negociación mis 3 mil 800 firmas para sumarlas a ningún proyecto.
En este momento moverme a un partido de izquierda es un proceso natural y de congruencia. Yo podría seguir en la vía independiente, pero si yo el día de la elección me llevó 5 mil votos útiles, a lo mejor con eso perdemos Chilpancingo, y yo no voy a ser un actor que va a dirigirse a esa ruta.
Este proceso de participar en la vida política, es porque estoy seguro que es el principal medio de transformación. Yo argumento que hay que hacer política porque es el único medio que puede de un plumazo cambiar la vida de muchas personas.
Por ejemplo, un presidente que de repente dice que a partir de este momento se le paga una beca de educación media superior a todos los jóvenes del país.
El mismo presidente que de un plumazo cancela macro proyectos
Claro, eso lo hace desde su visión política, ese es el poder político.
Por eso a la política hay que entrarle, es un lugar complicado, rudo, en donde hay pataleos, jaloneos y señalamientos de todo tipo, pero también es el lugar en donde se toman las decisiones y eso es a lo que yo le apuesto.
¿Crees que le hace falta a la sociedad politizarse más?
Yo creo que no. El pueblo guerrerense y el chilpancingueño está altamente politizado. Yo soy hijo de maestros, mis papás no son políticos, pero estoy en este ámbito porque todos los días se habló de política en la mesa familiar. Ahí es en donde me envolví en la política, yo no acompañaba a mi papá a mítines o a grandes eventos políticos, pero aun así me nació una gran vocación de la política.
Más bien creo que tenemos que seguirle dando opciones a la ciudadanía, y es por eso que me propongo como candidato a diputado local, porque yo estoy convencido que puedo ser un gran diputado para Chilpancingo, porque tengo la propuesta más innovadora, porque tengo la mayor cantidad de argumentos y porque en preparación académica no me compiten los precandidatos; incluso en trayectoria y experiencia, y no se diga de la sensibilidad con la gente, yo llego con el ciudadano y tengo la capacidad para en un minuto decirle por qué tiene que seguir nuestro proyecto. Es por eso que me propongo. El día que llegue alguien que tenga esa capacidad también, pues veremos si nos sumamos. No es hacer política para ser tú, sino hacer política porque traes la visión para una gran transformación para la gente.
Tu último cargo público fue con el exdelegado federal Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, ¿Es tu padrino político?
No. Lo he escuchado mucho, pero un padrino político es este personaje que te da dinero y posiciones, y que te da luz verde para salir y participar. Yo voy a un proceso de encuesta que no decide él, lo va a decidir el proceso que marque el Comité Ejecutivo Nacional; un proceso en el cual importará poco el dinero que traigamos, sino que importará más el posicionamiento que traigamos frente a la ciudadanía.
Incluso del grupo de Pablo Amílcar hay dos o tres aspirantes más en el distrito en donde estoy compitiendo. Si hubiera un padrinazgo, él diría “todos se calman porque el candidato es este”, y no es el caso.
A mí me fortalece el posicionamiento que tengo en Chilpancingo, por una trayectoria que ha sido limpia, y que por eso puedo salir y participar. A pesar de estar fuera del ambiente político 2 años, la gente recuerda mi trabajo social que tengo desde que era estudiante en la preparatoria.
Te veo muy cercano a la hoy diputada y aspirante a la alcaldía Norma Otilia
Sí. Estoy muy cercano a la diputada Norma Otilia porque realmente creo en ella, creo que hay un ejercicio fascinante de la nueva forma de hacer política. Hay quien dice ‘es que Norma Otilia se la pasa en campaña’, pero yo les digo que ella hizo lo que los políticos nunca han hecho, ir al Congreso y regresar a sus distritos, y si bien su tarea no es la administración de su municipio, si es una gestora incansable y a mí me sorprende porque ese es el reflejo de que vemos hoy en día que está compitiendo muy fuerte para abanderar la candidatura para gobernar al municipio, y es un reflejo de lo que ha venido haciendo durante los últimos 3 años, de gestión, de estar cercana a la gente, incluso de desprenderse de su salario para poder dar alguna ayuda a la gente. Eso yo lo celebro.

No coincido, vemos más bien que el diputado se ha vuelto un gestor más que un legislador. ¿En dónde están los trabajos legislativos, las reformas a la ley, el reetiquetado presupuestal?
Creo que debe haber un punto medio, porque habrá diputados que sean totalmente legislativos. Hay grandes ejemplos en la historia de voces que escuchamos desde las tribunas, como a Pablo Gómez debatiendo con Javier Corral en aquellos años. Es una satisfacción saber que las leyes del país las construyeron personajes así. Pero también hay otro tipo de legislador que es un gestor social y que ambos son las dos patas que le dan firmeza a la mesa.
Aunque coincido en que hubo una legislatura actual un tanto lenta, algunos pocos diputados fueron muy activos y los demás desaparecieron.
Efectivamente entre unos cuantos diputados se llevó a cabo el grueso del debate legislativo, y la otra parte de los diputados se la pasaron peleándose entre ellos, y entre lo más notorio fueron las discusiones dentro de los grupos de poder que controlaban la bancada de Morena ¿Eso es un reflejo de lo que pasa al interior de Morena? ¿Morena es un partido de conflictos?
Morena es un partido con democracia partidista, y la democracia es escandalosa. Cuando los hijos y los padres pueden platicar a la par, es una plática álgida, pero si hay un padre con control absoluto y dice “se hace esto”, hay mucho silencio, y eso es lo que sucede en muchos partidos, los cuales presentan a sus candidatos en total orden. En Morena tenemos un escenario en donde se presentan muchos perfiles y muchos intereses y eso hace que haya mucho ruido, porque es una fiesta democrática del pueblo y una fiesta es así, algo escandaloso.
Aunque también recordamos cómo era el PRD en sus primeros años, que trabajaba de manera similar, en donde se formaron las famosas tribus, que terminaron por dinamitar al partido, hay que tener mucho cuidado con eso.
La diversidad de opiniones al interior de Morena no es algo que deba de asustarnos.
Muchos personajes están colgándose del potencial electoral que tiene Morena ¿tú lo estás haciendo?
No, porque yo tengo una trayectoria de izquierda muy limpia. Hay personajes que hemos visto de otros partidos, muy claramente enfrentados a Morena, y aun así ahora los vemos buscando esta rentabilidad electoral. Creo que es normal cuando tienes a un partido que está diseñado para nutrirse de diferentes partidos.
Le toca al Comité Ejecutivo evaluar a los perfiles. No queremos perfiles manchados por la corrupción. Por ejemplo imagínate que Ricardo Barrientos se hubiera registrado por Morena, en popularidad nadie le gana en la Costa Grande, pero sin duda no es el ese tipo de perfil que uno espera ver en Morena.
¿Morena va a ser competitivo sin López Obrador en la boleta?
Yo creo que sí. Guerrero ha demostrado su vocación de izquierda. La gente está convencida de lo que representa el gobierno de la 4T. Cuando recorres las colonias y hablas con la gente, te dicen que están contentos con los apoyos y tienen muy claro lo que significa Morena. Yo no le veo riesgo.
Lo que si es que en Chilpancingo operará una maquinaria electoral de nuestros contendientes muy aceitada durante 20 o 30 años. Por eso tenemos la meta de repetir los números de la elección del 2018.
Hemos visto últimamente un ataque muy fuerte en tu contra en los que se exhiben imágenes y videos de tus redes sociales en donde críticas fuertemente al presidente López Obrador ¿qué tienes que decir al respecto?
Las críticas más fuertes que han salido, que son una serie de supuestas capturas, son falsas. No es ni siquiera mi lenguaje convencional. Los videos se dieron a raíz de declaraciones que yo di en programas de televisión en donde participé, en los cuales en su momento hacía una crítica en la que decía ‘¿Para qué López Obrador quiere recursos públicos? Está bien, quiere ser presidente, pues que se vaya de independiente, si se lanza él gana’, pero nos dieron dos lecciones muy importantes. Una fue que estaban construyendo un cuerpo político que pudiera darle gobernabilidad a la Presidencia, y por otra parte, nos hicieron ver que los recursos públicos no son la prioridad. Cuando fue el terremoto, esos recursos se donaron. Ahorita para la atención de Covid, no solo los recursos sino también sus espacios de tiempo aire han sido donados por Morena.
Eso sí lo voy a seguir criticando, los recursos públicos que reciben los partidos están mal, reciben mucho dinero en búsqueda de mantener una burocracia alterna, en donde se da refugio a quienes no ganaron elecciones y son mantenidos con recursos del pueblo.
¿Es fuego amigo?
Yo creo que es de todos lados, un cúmulo de intereses entre aquellos que creen que se merecen la candidatura y entre los que no quieren que compitamos, porque muchos preferirían tener un candidato medianamente visible, que en cuanto le empiecen a hacer guerra sucia no tenga con qué defenderse o que no tenga los medios para salir a contestar. A nosotros nos dicen algo y al día siguiente ya estamos respondiendo porque tenemos argumentos. Cuando a nosotros nos señalen en campaña, vamos a salir a contestar, y cuando veamos algo, también vamos a salir a denunciar, porque vamos a ser críticos.
Cuando vas y tocas las puertas de los vecinos ¿qué es lo que les dices, cuáles son tus tres principales propuestas?
Primero que nada, por el tema de la Covid, hacemos un recorrido muy rápido y lo que hacemos es invitarlos a que nos sigan en nuestras redes sociales, porque ahí es en donde están nuestras propuestas.
Primero queremos proponer una Ley de la insaculación de la obra pública. Hay un gran control político corrupto alrededor de cómo se reparte la obra pública, y eso lo convierte en obra pública ineficiente porque hay una serie de moches. Si la obra de menos de 5 a 10 millones, pavimentaciones o infraestructura eléctrica o hidráulica, por ejemplo, se rifara, generaríamos el quitar el control al político. Claro, antes de eso tendríamos que hacer un buen padrón en donde se registren y evalúen todas las constructoras.
Tenemos también la propuesta de que el fiscal General del Estado y el auditor Superior del Estado, puedan ser electos por voto popular, como lo hacen en Estados Unidos, porque las fiscalías tienen como finalidad perseguir a los políticos, pero no lo hacen por motivos políticos. Pues entonces démosle un control ciudadano. Probemos, creo que puede ser una gran ruta para romper círculos de corrupción. Me gustaría pasar esta propuesta por las barras de abogados, por las universidades y por los distintos actores, para ver la manera de materializarla.
Por último tengo una propuesta muy importante para el mercado del PRI y el mercado Benito Juárez. Tenemos que volverlos centros gastronómicos y artesanales representativos del estado de Guerrero, porque tenemos ambos espacios en el abandono y están a pie de carretera. Tienen un gran potencial para ser un referente del turismo nacional, de los chilpancingueños y de los guerrerenses. Por fortuna, Sedatu tiene dinero destinado para el mejoramiento urbano y para infraestructura del mercados, tienen proyectos increíbles, que yo creo que podemos trabajar hacia allá para generar empleo y sobre todo flujo de recursos económicos.
¿Cuál es tu aspiración política a futuro?
Yo quiero seguir y crecer en la vida política del estado.
Los invito a seguirme en todas las redes sociales, en donde me encuentran como Hector Perez Gro