- * Los comunicadores advirtieron a maestros disidentes que no les permitirán más actos intimidatorios contra ellos durante sus manifestaciones de protesta
Jesús Saavedra
En una decisión inédita, un grupo de reporteros de esta capital irrumpieron en las oficinas de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), para protestar por las agresiones que sufrieron sus compañeras María Avilés y Beatriz García, por parte de un grupo de profesoras durante una movilización que realizaron en la colonia Villa Lucerna de Chilpancingo.
Este miércoles, un grupo de reporteros dieron cobertura a una protesta de la CETEG en las oficinas alternas del secretario de Educación, Arturo Salgado Urióstegui, en donde uno de los dirigentes de la fracción de ese sindicato, José Manuel Venancio Santiago, ofreció una conferencia.
Tras esa conferencia, los maestros disidentes irrumpieron en esas oficinas alternas, por lo que la reportera de El Sur, María Avilés, dio seguimiento a esta manifestación, mientas un grupo de maestras disidentes formaron una valla para impedir el acceso a los reporteros.
María Avilés logró pasar esa valla y empezó a tomar fotografías, por lo que un grupo de maestras la rodearon para amedrentarla, al tiempo que la señalaban de ser “provocadora” que iba a “reventar” la protesta.
Las maestras disidentes le arrebataron el teléfono y forcejearon con la reportera quien logró que se lo regresaran.
En ese momento llegó el dirigente de la CETEG que encabezaba la protesta, José Manuel Venancio, quien ofreció disculpas y le dijo a la reportera que “entendiera que las maestras estaban pasando por un estrés por tres meses de movilizaciones y sin respuesta” a sus demandas.
Mientras eso sucedía, el grupo de maestras que estaban en la valla contuvieron a otra reportera, Beatriz García, a quien también agredieron.
Ante estas agresiones, un grupo de reporteros decidió organizarse y se congregaron afuera de las instalaciones de la CETEG, en la colonia Burócratas, donde se manifestaron con pancartas y exigieron respeto a la libertad de expresión.
Otros reporteros pintaron las paredes del edificio de la CETEG en protesta por las agresiones a las dos reporteras y para exigir respeto a la libertad de expresión, y después abrieron por la fuerza el portón de acceso.
Adentro los maestros disidentes estaban en total desconcierto y no sabían qué hacer, por lo que algunos salieron por una puerta lateral, mientras otros estaban incrédulos ante la actitud de los reporteros, y otros incluso asumieron una actitud de confrontación.
Los reporteros recriminaron a los cetegistas que hayan agredido a sus dos compañeras, porque no se trataba de una primera agresión, ya que en otras ocasiones han atentado contra la libertad de expresión al tratar de despojar de sus teléfonos a otros reporteros.
El reportero Jacob Morales les dijo que era vergonzoso que en medio de una alta incidencia de agresiones y asesinatos de mujeres en Guerrero y en el país, “otro grupo de mujeres agreda a compañeras que sólo iban a hacer su trabajo de cobertura a sus protestas, como siempre lo hemos hecho y en respeto a nuestra profesión”.
Los reporteros reprocharon a los cetegistas que no es la primera ocasión que cometen esas arbitrariedades, por lo que les exigieron poner un alto a estas situaciones.
Venancio Santiago intentó intervenir, pero los reporteros le dejaron en claro que no querían un diálogo y que la protesta era para señalar que no iban a permitir una agresión más, mientras el dirigente sindical contenía a dos maestros y una maestra que intentaban confrontar a los reporteros.
Después del incidente, los reporteros se retiraron de las oficinas de la CETEG, pero antes prendieron fuego a unas cartulinas que llevaban y gritaron consignas para exigir a los cetegistas respeto a la libertad de expresión.