• * El responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa dijo que “vale la pena que hagamos un esfuerzo como sociedad para descubrir que pasó con estas personas”

Redacción

En el marco del Día de los Desaparecidos, Salvador Rangel Mendoza, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, calificó como “una desgracia y una calamidad” las desapariciones de personas en Chilapa.

En declaraciones a la agencia API al concluir la misa en la catedral de esa ciudad, el prelado mencionó que el regalo más hermoso que tenemos es la vida, y cuando hay personas que violan la vida o asesina o desaparecen, están cometiendo un acto muy grave.

Recordó el informe que Derechos Humanos dio en Chilapa hace dos años en donde se decía que la Fiscalía debería de poner más empeño y más recursos económicos para investigar estos casos de desaparecidos, además de que se tenía que ver y velar por los familiares de las personas desparecidas.

No obstante, lamentó Rangel Mendoza, hasta hoy no se ha avanzado gran cosa, “pero es de justicia que sigamos luchando por ver donde están estos desaparecidos”.

Dijo que valdría la pena saber dónde están las personas desparecidas en Chilapa. “Vale la pena que hagamos un esfuerzo como sociedad para descubrir que pasó con estas personas si están desaparecidos o no”.

Llamó a las autoridades competentes a que busquen a los desaparecidos y apoyen a sus familiares.

En otro tema sobre el cambio del semáforo de naranja al color amarillo, el obispo celebró y recordó que afectado mucho el encierro de las personas, además de que el Covid ha afectado de manera económica al comercio.

“No debemos de encerrarnos, aislarnos, de una manera muy prudente debemos de dar la cara al Coronavirus, pero tomar las medidas sanitarias necesarias”, culminó Salvador Rangel.