En los últimos 3 meses, la carretera federal 134 que va de Coyuca de Catalán a Zihuatanejo, ha sido escenario de muertes, desapariciones y conflictos violentos entre grupos armados.

Este problema no es nuevo, desde hace más de 30 años el camino se conoce como la “carretera la de la muerte”; pasa por la sierra de Coyuca de Catalán, en una zona donde los pueblos exigen atención real de las autoridades.

Actualmente la vía permanece cerrada, la Secretaría de Seguridad Pública del estado y el Ejército instalaron un retén en la comunidad de El Cundancito, pero los grupos armados colocan otros en puntos extremos a esa localidad cercando el paso de vehículos y del transporte público que permanece sin funcionar. Sigue intransitable.

Recientemente medios informaron del caso de dos estudiantes del Instituto Politécnico Nacional que estuvieron desaparecidos tres días, ellos fueron detenidos a balazos por un grupo de sicarios que colocó un filtro de revisión en la carretera federal, y luego de interrogarlos los dejó libres.

Mientras que hace un mes y medio fue asesinado el conductor de un vehículo, quien desconocía que la carretera estaba bloqueada. No se paró en un retén instalado por criminales y le dispararon. El acompañante resultó herido y fue liberado para irse caminando hasta conseguir ayuda.

HISTÓRICOS CASOS DE VIOLENCIA

Los problemas de seguridad en esta carretera federal no son nuevos. Van más de 30 años en el que se considera de extremo peligro este tramo, donde hay constantes reportes de asaltos, homicidios por equivocación y hasta abusos de autoridades gubernamentales.

En 1984, el gobierno federal determinó colocar un retén militar en la localidad El Cundancito, de manera formal. La base incluía la presencia de personal de la Procuraduría del estado. Durante varios años cambió de nombre y algunas características en la forma de operar, pero siempre permaneció ahí un retén.

Oficialmente, Carlos Loret de Mola perdió la vida en febrero de 1986 en un accidente automovilístico cuando iba a Zihuatanejo sobre esta carretera 134, sin embargo su hijo, el escritor y periodista Rafael Loret de Mola ha sostenido que fue asesinado, como lo relata en su obra Denuncia. En el libro establece dentro de las pruebas que el político yucateco y periodista había pasado por el retén de El Cundancito donde le quitaron una pistola y después desapareció, hasta que días después lo ubicaron muerto en un barranco, pero fue sepultado en la fosa común como desconocido con todo y credenciales.

En enero de 1998 fue asesinado el diplomático egipcio Mohamed Ismail Sadek por un grupo de asaltantes que pretendía violar a su esposa, según la versión oficial, muy cerca de El Cundancito.

El segundo Secretario de la Embajada egipcia circulaba en una camioneta Ram Charger con su familia por la carretera federal Vallecitos-Coyuca de Catalán cuando regresaba de vacaciones de Ixtapa-Zihuatanejo.

El Cundancito es una comunidad de la sierra de Coyuca de Catalán ubicada a bordo de la carretera federal que une al puerto con el resto del país, tiene aproximadamente unos 200 habitantes. Desde ahí parte un camino rural que sube a las partes más altas de la sierra como El Durazno, Hacienda de Dolores, la zona maderera del Carrizal, y la zona mezcalera de Zihuaquio. Por ende, también es considera el punto por donde más circula la droga que se siembra en la sierra.

En fechas más recientes, en enero del 2016, fue asesinada una enfermera con su pareja, iban de luna de miel a Zihuatanejo, pero fueron confundidos con gente de un grupo armado y baleados, los asesinatos se registraron horas después de que murieran 10 personas en una balacera en una fiesta.

ENFRENTAMIENTOS Y FAMILIAS DESPLAZADAS

En 2019 se estiman unos 15 reportes de enfrentamientos entre bandas de la delincuencia organizada que se disputan el trasiego de droga en Guerrero. De estos reportes, de manera extra oficial y contabilizando los reportes ciudadanos, han ocurrido hasta 30 muertes en las balaceras, pero las autoridades sólo han dado fe de cinco, porque acuden hasta 48 horas después de lo ocurrido y no encuentran ningún cadáver en la zona.

Además, hay una franja muy corta entre comunidades sobre la ruta que recorre la carretera federal, misma que marca una frontera entre bandas, lo que ha incrementado los reportes de enfrentamientos este año. Al menos cuatro pueblos reportaron la salida de familias que dejaron abandonadas sus casas por temor a la violencia.

En septiembre de este año la carretera fue bloqueada por los vecinos de El Cundancito y otras localidades cercanas para presionar al Gobierno federal a recibir atención en el tema de seguridad, pues les habían cortado la energía eléctrica, no llegaron los médicos, los maestros de las escuelas y otros servicios. Pero la respuesta que ellos esperan aún no llega.

La carretera permanece cerrada, los pobladores abrieron temporalmente al paso de vehículos pero la carretera se encuentra muy afectada por los derrumbes del último temporal de lluvias.

Mientras que la llegada del grupo policiaco no ha logrado un acuerdo para concluir la protesta, pues los locatarios consideran que sigue sin estar garantizada su seguridad, y de manera intermitente aparecen retenes de civiles armados en extremos del Cundancito. (Con información de sin embargo)