COYUCA DE BENÍTEZ.— Don Adán Rivera Cabrera, no tiene obstáculos ni pretextos para no trabajar, su discapacidad no le impide alquilarse como peón en la limpia de terrenos, casas u otros empleos en Barra de Coyuca.
“Yo así nací, con esta discapacidad, me dio poliomielitis, he aprendido a vivir con mi esposa Mortalit Sonido Campos y mi pequeña hija de un año y tres meses, Vanesa Rivera Campos”.
Comenta Don Adán mientras limpia un terreno en Barra de Coyuca:
“Tengo que trabajar porque mi esposa y mi hija me necesitan, por eso voy a buscar empleo y me alquilo en lo que me permiten mis fuerzas y capacidad para hacerlo”, esboza mientras hace una pausa.
Su discapacidad le impide utilizar prácticamente la mitad de su cuerpo, pero aun así, solo, sin la ayuda de nadie se baja de su silla de ruedas y empieza a realizar su jornada de trabajo.
Sin camisa, expuesto a los fortísimos rayos del Sol, trabaja desde el amanecer y hasta que anochece, quitando con sus manos la maleza de los terrenos para recibir un pago por ello.
En diversas ocasiones lo acompaña a trabajar su esposa, quien también ayuda a realizar este rudo trabajo; ambos buscan cumplir con y conseguir que los siga contratando el “patrón”, como ellos le dicen.
Sin decaer por su discapacidad, don Adán confiesa que no tiene una casa propia y le gustaría tener una vivienda para vivir con su familia, “vivo” arrimado en la casa de mi hermana”.
Su situación se complica en muchas ocasiones porque no tiene para la leche ni los pañales de su menor hija, Vanesa, -No soy beneficiario de ningún programa social para personas con discapacidad, ya metí mi solicitud desde hace un año pero aún no me ha llegado nada de esos beneficios”, se sincera.
Enseguida sienta una petición; “quisiera que el gobierno de estado o el presidente, Andrés Manuel López Obrador me ayuden de una o de otra manera, porque mi hija y mi esposa me necesitan”, señala. (ANG)