Ana Lilia Torres

ACAPULCO.— El paso de la tormenta tropical ‘Narda’ sacó a relucir, nuevamente, el grave problema de falta de prevención por parte de las autoridades, lo que sigue manteniendo a la población acapulqueña en una situación vulnerable ante este tipo de fenómenos naturales, señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Guerrero, Joaquín Badillo Escamilla.

Dijo que es inaceptable que en una ciudad turística no se tengan protocolos de seguridad ni se haga uso de la tecnología de que se dispone en esta era moderna para diseñar un verdadero plan de prevención, que establezca claramente cuál es la metodología a seguir ante las contingencias ambientales.

“Administraciones van y vienen y vemos como las autoridades responsables corren de aquí para allá y haciendo declaraciones sin sentido, como esa de que Acapulco se quedaría 20 días sin agua, y luego que siempre no, que nada más siete, cuando todos sabemos que la falta de agua es un problema recurrente, que los sistemas de captación y bombeo no trabajan ni siquiera al 60 por ciento de su capacidad”, señaló.

“De por sí Acapulco padece de falta de agua y luego salir a decir oficialmente que no habrá, creo que no es lo que la ciudadanía espera de un gobernante”, expresó el dirigente empresarial.

Badillo Escamilla apuntó que por situaciones de este tipo es que la población no confía en los gobiernos, cuando “lo que debemos generar, seriedad, seguridad y confianza, y lo digo con mucho respeto, se le debe apostar a la prevención —así como en el tema de la seguridad—, recurriendo a la tecnología, con planeación, estrategia, con cuerpos de reacción”, explicó.

Lamentablemente, dijo que al final siempre tienen que venir la Marina y el Ejército a salvar y rescatar todo lo que se debió haber previsto por la autoridad de protección civil.

En ese sentido, afirmó que la clase empresarial está lista “para sumar, construir y coadyuvar con la autoridad en cualquier iniciativa que se determine; pero debe ser la autoridad, insisto y como se dice coloquialmente, la que ponga el ritmo de la canción y todos nos pondremos a bailar; desafortunadamente el ritmo que lleva este gobierno va muy desafinado y así nadie le puede agarrar el paso”.