Federico Sariñana
Domingo al mediodía en Chilpancingo. — Todos sonrientes y saludadores.
— Parece sesión de Futuro21. — Calificó un veterano expriista, experredista y ahora operador de Morena.
— Será definición para Guerrero en el (20)21. — Reviró un analista.
Y es que priistas, perredistas, “naranjas” (de Movimiento Ciudadano), experredistas, expanistas, empresarios, académicos y líderes sociales, estaban reunidos no para una asamblea de Futuro21 (la futura mutación del PRD), sino celebración de un hijo pródigo de la 4Transformación.
Tras entrar al salón, el asistente era invitado a registrarse en alguna de las mesas, según su región de origen. Ya dentro, los contingentes exhibían sus cartulinas y lonas para poder ser identificados por región, líder u organización. La música de la banda de chile frito se mezclaba con los claxonazos de las suburbans que saturaban el paseo Alejandro Cervantes Delgado.
Comenzaron a llegar los invitados y las sorpresas. Sí, lo que hace 20 años pudo ser un mitin priista o hace 10 uno perredista, era hoy un evento oficial de la 4T.
José Luis González de la Vega Otero —secretario de Educación con el perredista Zeferino Torreblanca y el priista, Héctor Astudillo, y ahora coordinador operativo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el gobierno de López Obrador, saludaba al anfitrión—, Félix Salgado Macedonio con un fuerte abrazo y una foto.
—Vine a saludar a algunos amigos. —Detalló el funcionario federal con una sonrisa cuando se le cuestionó sobre su presencia.
De pronto, el priista Manuel Añorve Baños.
—Felicidades, mi senador. —Le dijo el priísta en el templete a Salgado.
—Gracias por acompañarme, cabrón. —Le correspondió.
Mientras posaban para foto, alguien les gritó: “¡Un volado!”
— ¡Los dos son volados! — Contestaron.
—No, un volado para quien se queda con “la gubernatura”.

De esas casualidades, instantes después llegó Luis Walton, líder de Movimiento Ciudadano. Le siguió Nestora Salgado y así, una decena de senadores entre ellos, la futura presidenta de la Mesa Directiva, Mónica Fernández y el exdirigente nacional del PAN, exdirector del IMSS y ahora senador por Morena y férreo defensor de la 4T, Germán Martínez Cázares.
“Saludo a mis hermanos Manuel Añorve, Félix Salgado y Luis Walton”, presumió el exgobernador de Chiapas por el PVEM, Manuel Velasco Coello en su intervención.
En representación del gobernador Héctor Astudillo Flores, estuvo el secretario de Finanzas y Administración, Tulio Pérez Calvo, quien mantuvo entretenidos y entre risas a quienes lo flanqueaban: los morenistas Nestora Salgado y Antonio Helguera Jiménez, presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.
Las risas y alegrías se interrumpieron cuando al ser llamado al micrófono Luis Walton, se escucharon entre el respetable algunos silbidos y abucheos.

—Vine aquí como invitado y espero ser tratado como tal. — Advirtió a la audiencia. Hubo un silencio en respuesta afirmativa. Sorprendió, porque el priista Añorve había dado su mensaje sin problema.
—¡Bienvenido a Morena, Walton! —Elucubró un analista.
De pronto, la sorpresa mayor: ¡Abran paso, abran paso!
Llegó Pablo Sandoval.
No, no era el actual delegado federal en el estado, sino su abuelo, el centenario luchador social.
Ningún sandovalista acudió al informe de Félix Salgado: ni de la dirigencia, ni de los diputados locales (pese a ser una docena). Ni un enviado. Nada. “La confirmación de una división en Morena”, especuló otro analista.
En el discurso no hubo novedad: la austeridad y el pueblo, fueron los temas recurrentes. Ni siquiera algún intento de destape.
Sin embargo, todos sonreían.
A veces, en política, no son los “qué”, sino los “quiénes”.
“Ni son todos los que están, ni están todos los que son”, resumió otro analista.
No era asamblea de Futuro21, parece que tampoco se trató el futuro de Guerrero en el (20)21… ¿O sí?