Jesús Saavedra
Maestros de la secundaria ‘Raymundo Abarca Alarcón’ bloquearon dos avenidas de esta capital para exigir a la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG), que sean reinstalados el director y el subdirector, quienes fueron destituidos tras un proceso disciplinario que inició la Contraloría Interna de esa dependencia.
Lo anterior, luego de 48 horas de la huelga de hambre que inició el director Jerónimo Aguilar Rabadán, para exigir su reinstalación en el cargo; lo mismo que el subdirector, César Gustavo Bello Sánchez. Ambos académicos exigieron al titular de la SEG, Arturo Salgado Urióstegui, una respuesta inmediata a su reinstalación, porque la sanción que les aplicaron carece de legalidad de acuerdo a la normatividad educativa.
Desde las 9 de la mañana, unos 50 maestros que laboran en la escuela, apoyados por miembros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) cerraron la avenida Juna Ruiz de Alarcón y dos horas más tarde decidieron también bloquear la avenida Miguel Alemán a la altura de ese plantel.
Cerca del mediodía, un grupo de cetegistas encabezados por la dirigente de oficinas centrales, Reyna Bello de Jesús, cerraron las direcciones de Preescolar, Secundarias Generales y Contraloría Interna de la SEG para presionar a las autoridades a que solucionen esa demanda.
El director, quien desde el martes a la 1 de la tarde ingiere solamente líquidos y miel, señaló que Contraloría Interna lo acusa de otorgar una comisión interna al subdirector académico al término de su comisión y a no aceptar a la maestras Candelaria Vélez, una “recomendada”.
Jerónimo Aguilar, quien tiene 36 años de servicio, advirtió que la SEG es responsable de cualquier daño a su salud y aseveró que este jueves el secretario de Educación, Arturo Salgado y otros funcionarios estatales les han rechazado las llamadas telefónicas.
Los maestros argumentaron que han sido hostigados, amenazados y sufrido acoso laboral por parte de autoridades de la SEG, quienes dieron cumplimiento a su salida.
Al subdirector, César Gustavo Bello, con 26 años de servicio y siete con ese cargo, se le acusa de haber firmado documentación como constancias de alumnos para los padres de familia que así lo solicitaban, por ausencia del director.
Los maestros se quejaron de las formas que tuvo el supervisor Ismael Vivar para dirigirse a ellos al informarles e impedirles los acceso a la institución y a la supervisión escolar el martes pasado.
En la escuela se suspendieron las actividades de inscripción que se realizarían esta semana, así como los cursos de capacitación docente.