* El presidente aseguró ayer que el fertilizante gratuito se entregó a campesinos de todas las regiones, excepto en la Montaña, donde hubo problemas para distribuirlo debido a los bloqueos carreteros

ALONDRA GARCÍA

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, descartó ayer que haya riesgo de hambruna en Guerrero por los fallos en el programa de fertilizante, y vaticinó que este año habrá más producción de granos básicos en el estado, porque el fertilizante se entregó en todas las regiones, con excepción de la Montaña.
El martes 6 de agosto, el gobierno federal dio por concluido el programa para productores de granos básicos, pero de acuerdo con el gobernador Héctor Astudillo Flores, alrededor de 70 mil campesinos no recibieron el abono.
Los senadores del PRI, Manuel Añorve Baños, y de Morena, Nestora Salgado García, advirtieron que hay riesgo de “hambruna”.
Los diputados del PRI y del PRD en el Congreso de Guerrero coincidieron en la posibilidad de una crisis alimentaria; a esta postura se sumó Maricarmen Cabrera Lagunas, diputada federal por el Partido Encuentro Social (PES).
Sin embargo, en su conferencia matutina de este jueves, el presidente López Obrador descartó ese escenario negativo.
-¿Existe o no riesgo de hambruna?, le cuestionó un reportero.
-No, respondió el mandatario, quien reconoció que en la Montaña de Guerrero es la región con más problemas de desnutrición a nivel nacional.
“Duele, hay hambre, esa es la región de México con más hambre. El estado que tiene más problemas por falta de alimentación del pueblo es Guerrero y esa región de la Montaña”, apuntó.
Por ello, dijo que esta entidad fue la única beneficiada con el programa de fertilizante gratuito.
López Obrador aseveró que a pesar de los problemas en la distribución del insumo agrícola, no se agudizará la crisis alimentaria en el estado.
“Con este programa y con todo lo que estamos haciendo, contrario a lo que se sostiene por los inconformes, va a aumentar la producción (de maíz) y lo vamos a probar, van a tener más producción este año”, sentenció.
El mandatario también se lavó las manos por los fallos en la operación del programa de fertilizante y culpó de ello a las organizaciones campesinas.
Aseveró que las organizaciones se inconformaron por los cambios operativos que realizó el gobierno federal, entre ellos la entrega directa del abono a los productores.
“Como hubo cambios, hay inconformes. En este programa ya había quiénes se hacían cargo del abasto del fertilizante, quienes lo vendían, quienes operaban el programa”, acusó.
Por ello, dijo que las organizaciones eran las que “bloqueaban carreteras para que no se entregara el fertilizante”.
Por este motivo, dijo que el abono “no se ha terminado de entregar en la región montaña, donde hay más pobreza, porque fue donde hubo más bloqueos”.
Respecto al resto de las regiones, dijo que “prácticamente se entregó todo”, aunque reconoció que se cometieron algunos errores porque es el primer año que el gobierno federal opera el programa. “Es ensayo y error”, anotó López Obrador.
Respecto a las protestas de campesinos que siguen activas en la entidad, dijo que su gobierno no va a ceder.
Incluso dijo que tiene “pruebas” de que las organizaciones entregaban “con moche” los recursos destinados al campo “y si acaso, entregaban despensas, frijol con gorgojo y no presentaban cuentas de lo que recibían”.
De tal manera que había “dirigentes viviendo muy bien, colmados de atenciones, de privilegios y campesinos pobres”.
“Su inconformidad es porque ya no se van a entregar fondos a las organizaciones. No quieren aceptarlo y piensan que con la protesta nosotros vamos a dar marcha atrás. Pero esta es una decisión que hemos tomado, que todo el apoyo va directo a los campesinos”, sentenció el mandatario.