Carlos Navarrete Romero

El día de ayer, la Fiscalía General del Estado (FGE) entregó a dos familias los cuerpos de tres personas desaparecidas en el municipio de Chilapa desde 2015, y que fueron encontrados en fosas clandestinas.
Los cuerpos estaban en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de Chilpancingo, a donde fueron trasladados luego de permanecer en calidad de desconocidos en el Panteón Ministerial de esta ciudad.
Por seguridad, las familias se negaron a dar declaraciones, incluso solicitaron a los medios de comunicación no tomar fotografías ni videos durante su presencia en el Semefo.
En entrevista, el director del Centro Regional de Derechos Humanos “José María Morelos y Pavón”, Manuel Olivares Hernández, quien ha dado acompañamiento a las familias, explicó que dos de los cuerpos corresponden a una madre y su hijo, originarios de Chilapa, quienes desaparecieron en ese mismo municipio.
El tercero corresponde a un hombre de Zitlala, quién habría bajado a Chilapa a realizar compras, pero después ya no se supo de él.
Olivares Hernández comentó que las tres personas desaparecieron en 2015 y sus cuerpos fueron localizados días después en fosas clandestinas, permaneciendo desde entonces en calidad de desconocidos.
Indicó que en un primer momento los cuerpos fueron trasladados a las instalaciones del Semefo, donde permanecieron cerca de dos años sin ser reconocidos ni reclamados. Posteriormente fueron enviados al Panteón Ministerial, que sirve para alojar cadáveres de los Servicios Médico Forenses que están saturados.
El activista explicó que fue el año pasado cuando la FGE logró la identificación de los cuerpos, por lo que se solicitó la intervención del Equipo Argentino de Antropología Forense, mismo que confirmó los resultados.
Olivares Hernández dijo que los antropólogos argentinos intervienen en el proceso de identificación de los cuerpos a petición de las familias, pues éstas no confían en los trabajos ni investigaciones que realiza la FGE.
Explicó que los antropólogos forenses han participado en el reconocimiento de nueve cuerpos, y afirmó que el Centro Morelos seguirá solicitando su colaboración en los casos a los que da acompañamiento para generar certeza a las familias de personas desaparecidas.
“El tema de la justicia no avanza, las carpetas de investigación y las averiguaciones previas no presentan avances y eso es preocupante, porque para nosotros a estas alturas el que las familias entierren los restos de sus desaparecidos es prácticamente estar enterrando también la esperanza de tener justicia”.
Manifestó que cuando las familias reciben los cuerpos de sus desaparecidos, muchas veces ya no continúan con sus denuncias, lo que complica aún más que las autoridades cumplan con su obligación de encontrar a los responsables de esos crímenes.