* “No se resuelve un problema matando gente”, afirmó monseñor Leopoldo González

ANA LILIA TORRES

ACAPULCO.— Ante el asesinato de dos integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria de los Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF) de Rincón de Chautla, Chilapa, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, advirtió que “no se resuelve un problema matando gente”.
El jerarca católico expresó una palabra de cercanía con los familiares de las víctimas y al mismo tiempo hizo un llamado a la conversión a quienes cometen estos asesinatos y a las autoridades hacer justicia, para acabar con la impunidad.
El representante eclesiástico les recordó a los que hacen mal que se debe respetar la vida, porque es lo que tiene mayor valía, por encima de cualquier conflicto y “no se resuelve un problema matando gente”.
En conferencia de prensa dominical, el clérigo manifestó también la necesidad de destinar mayor presupuesto para la salud y verla como un área prioritaria, para dar la atención adecuada a los pacientes, ante los problemas que enfrenta a nivel nacional.
Señaló que tanto los recursos económicos, como médicos y enfermeras han sido insuficientes para atender a la población, de manera que elevar la calidad del servicio es un desafío para el gobierno mexicano.
“El desafío que tenemos es que toda persona en nuestra patria cuente con un seguro de atención médica integral, y para ello lo primero es no perder lo alcanzado, ya que el programa Seguro Popular, si bien tuvo algunas deficiencias administrativas, en el país dio grandes servicios”, señaló.
Consideró que es importante que los mexicanos cuenten con un seguro que cubra sus enfermedades de manera integral a través del IMSS y el ISSSTE, y otras instituciones, pero también avanzar hacia una cultura de la prevención.
Monseñor González González advirtió que “es preocupante el crecimiento del número derechohabientes en las instituciones de salud”.
Mencionó que hace unos años se difundió que el 60 por ciento del presupuesto para el área de la salud se destina a la atención de enfermedades crónico degenerativas, por lo que de seguir multiplicándose estos padecimientos, no hay presupuesto que alcance.
“Es una prioridad la educación para saber comer y generar una cultura de buenos hábitos de vida”, para disminuir los gastos en la atención de padecimientos graves, insistió el arzobispo.