Jesús Saavedra

Los 37 trabajadores despedidos del Consejo Nacional del Fomento a la Educación (Conafe), tomaron las oficinas de la Secretaría del Bienestar en Chilpancingo, donde despacha el delegado del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, para que pudieran atenderlos 22 días después de haber sido cesados sin justificación alguna.
Quienes fueron despedidos desde el inicio de este mes con el pretexto de un ajuste en el gasto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, mantienen tomadas sus oficinas desde hace tres semanas.
Este miércoles, los inconformes decidieron manifestarse afuera de esas oficinas ubicadas en la colonia Burócratas, donde despacha Sandoval Ballesteros, en su calidad de delegado del gobierno federal en Guerrero.
A esa manifestación se sumaron afiliados al Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres (Sutcobach) y de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), quienes los respaldaron en la toma de esas oficinas.
Denunciaron que desde que fueron despedidos solicitaron una audiencia con Sandoval Ballesteros para que les explicara las medidas de ahorro y explicarle que ellos no están en la condición de haber sido contratados en diciembre pasado, sino que tienen entre 10 y 20 años de antigüedad en el Conafe y que fueron vulnerados en sus derechos laborales.
Señalaron que han pedido tres puntos: el respeto a la antigüedad laboral de los trabajadores despedidos, que se respete su contratación, porque no han sido aceptados como trabajadores en el cargo a partir de diciembre del año pasado y que se respete un contrato donde renovaron sus convenios laborales.
Los inconformes estuvieron en ese lugar más de tres horas y se instaló una mesa de diálogo para analizar cada caso que plantearon ante las decisiones administrativas del gobierno federal.