*Familiares de personas que requieren de ese tratamiento protestaron afuera de las oficinas del delegado federal, Pablo A. Sandoval, para exigir que les brinden ese servicio

Jesús Saavedra

Familiares de pacientes del ISSSTE que necesitan hemodiálisis, tomaron las oficinas de la Secretaría de Bienestar donde despacha el delegado del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, en protesta porque les informaron que se suspendía el servicio subrogado que estaban recibiendo esos pacientes.
Antes del mediodía de este martes, una treintena de familiares de más de 70 derecho habientes del ISSSTE llegaron hasta las oficinas donde despacha el funcionario federal, en la colonia Burócratas, al sur de esta ciudad, y tomaron esas oficinas.
Ahí dieron a conocer que en la clínica del ISSSTE no hay posibilidad de atender a las personas que requieren de hemodiálisis, por lo que se subrogó el servicio a una clínica particular que se encuentra cerca del monumento a Las Banderas.
Señalaron que la semana pasada, a través de un oficio, les notificaron que ese servicio a través de esa clínica se suspendía porque se iban a revisar las condiciones del contrato.
Indicaron que pidieron al director del ISSSTE, José Antonio Perea Saavedra, que les indicara entonces en qué clínica iban a recibir el tratamiento al que tienen derecho sus familiares, pero que hasta ayer no les ha dado una respuesta, por lo que pidieron su destitución.
Señalaron que el director José Antonio Perea no resuelve ninguna de las demandas de los derecho habientes del ISSSTE, como la falta de medicamentos y de condiciones dignas en la atención médica.
Informaron que solicitaron también la intervención de Sandoval Ballesteros, pero los ignoró.
Cecilia García, familiar de uno de los pacientes que requiere de hemodiálisis, criticó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador haya prometido un país diferente, pero al contrario “estamos caminando hacia atrás”.
Manifestó que como trabajadores les descuentan cada quincena de sus salarios las cuotas del ISSSTE, pero no reciben los beneficios a los que tienen derecho, y “ahora nos están quitando la atención médica a nuestros familiares y no lo vamos a permitir”, aseveró.
Los manifestantes estuvieron en ese lugar durante más de dos horas protestando, hasta que fueron recibidos por una comisión de funcionarios federales para atender sus peticiones y ofrecerles una alternativa a la demanda de atención a su salud.