* Antes del mes, los federales ya habían regresado a sus cuarteles, y en el estado se suman nuevas masacres

Este domingo se cumplió un mes de la masacre en la colonia Obrera, un bebé de 12 meses y 13 persona más fueron asesinadas por la delincuencia organizada.
Hay tres detenidos por la masacre que dejó 13 muertos el pasado 19 de abril, pero ni uno está acusado formalmente por el multihomicidio. Las tres personas que han sido señaladas por el Gobierno de Veracruz de ser líderes de la delincuencia organizada, y haber participado en dicho crimen, están encarcelados por delitos contra la salud y portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas.
Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado, que encabeza Jorge Winckler Ortiz, tampoco ha enderezado alguna acusación formal contra el trío de presuntos integrantes del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que la Fiscalía General de la República estaría investigando por la trama criminal.
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, no se ha parado en Minatitlán. Sólo lo hizo el pasado 27 de abril, cuando se dio el arribo del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para anunciar la presencia de la Guardia Nacional.
Y así, todos los involucrados y responsables en buscar justicia para los 13 finados y sus familiares, han quedado a deber.
Peor aún, el caso, en manos de las autoridades Veracruzanas del nuevo Gobierno de Morena, lo han polarizado y politizado para emplearlo como cachiporra contra Winckler Ortiz.
Damara Gómez, Regidora del Ayuntamiento de Minatitlán por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo que es evidente que las calles ya no son vigiladas por la Guardia Nacional.
Acusó que los oficiales federales sólo estuvieron unos días, en lo que se calmaban las cosas, y se marcharon. Además aclaró que en Minatitlán sólo hay 50 efectivos que se supone están realizando rondines, pero ni se ven ni se sienten.
Recalcó que es evidente que las autoridades locales en Minatitlán esperan que sea el Gobierno federal quien venga a resolver la crisis por la violencia ante la incapacidad del Gobierno municipal.
Por el momento, los esfuerzos del municipio para contar con una policía propia, han sido magros. La necesidad es de más de 400 efectivos municipales, lo logrado por ahora, no llega ni a la mitad, dijo.