* Arcángel Ramírez, dirigente del magisterio disidente, aseguró que los diputados sólo “acomodaron” la reforma constitucional “que desde el sexenio pasado se impuso y lo rechazamos la Asamblea Nacional”
Jesús Saavedra
Unos 500 maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) realizaron este jueves una marcha por calles de Chilpancingo y lanzaron huevos contra la fachada del Congreso del Estado para manifestar su rechazo a la Reforma Educativa que promovió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante su manifestación, los maestros disidentes quemaron dos cajas que simbolizaban la Reforma Educativa de Enrique Peña Nieto y la de López Obrador, y criticaron que los diputados locales hayan aprobado “fast track y por consigan esa reforma constitucional”.
La marcha de los cetegistas partió desde sus oficinas a un costado del exIneban, marcharon por la avenida Rufo Figueroa, Lázaro Cárdenas y bajaron a la avenida Trébol Sur, donde se encuentran las instalaciones del Congreso del Estado.
Ahí, los maestros realizaron un mitin, mientras que un grupo de participantes de la marcha que llevaban sus rostros cubiertos —al igual que los que hace 15 días vandalizaron las instalaciones del Poder Legislativo— bajaron de un vehículo una decena de casilleros de huevos y dos cajas forradas con papel color blanco.
El dirigente de la CETEG, Arcángel Ramírez Perulero, explicó que esa marcha se enmarca en el segundo día de su jornada de lucha del paro de 72 horas aprobada en el Congreso Nacional de su organización.
Dijo que el magisterio disidente “manifestamos nuestro desacuerdo en ver cómo se estaba aprobando” la Reforma Educativa, y recordó que “se dieron varias mesas de trabajo, de interlocución con la SEP, diputados federales, e hicimos observaciones que estábamos en desacuerdo”.
Ramírez Perulero —quien en 2015 fue candidato postulado a un cargo de elección postulado por Morena— aseguró que no están de acuerdo que en esa Reforma Educativa debido a que “nos están manteniendo en un régimen de excepción laboral, acomodaron los diputados la reforma laboral a la que desde el sexenio pasado se impuso y lo rechazamos la Asamblea Nacional”.
Añadió que la CETEG seguirá “dando esta lucha en todos los rincones del país donde existan maestros dignos, porque esa reforma busca la intención de abrir las puertas a la privatización de la educación y en eso estamos en contra”.
Luego arremetió contra los diputados locales, quienes deberían de haber hecho un análisis de esa reforma aprobada por los diputados federales, porque “aquí no revisaron la ley, no la analizaron, no la debatieron, por consigna y de manera rápida avalaron esa reforma”.
Hizo un reclamo a los diputados “porque nada más levantan el dedo, sin debatir solo alzan la mano, nosotros vamos a promover un proyecto que garantice la transformación del país”.
Lamentó que la Junta de Coordinación Política decidiera suspender las labores en el Congreso por su manifestación y consideró que “debieron habernos recibido” ya que dicen estar “abiertos al diálogo y están cerradas las puertas, vamos a seguir exigiendo que se haga lo posible por defender la educación pública”.
Ramírez Perulero adelantó que ahora viene la construcción de las leyes secundarias en las que “se definirá lo operativo de la reforma, vamos a dar la lucha en todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, si lo hicimos con Peña Nieto ahora lo vamos a seguir haciendo”.
Al finalizar, el dirigente de la CETEG dijo que van a analizar en sus asambleas regionales y estatal si al concluir este paro laboral de 72 horas, inician uno por tiempo indefinido, aunque aceptó que por las clausuras de fin de ciclo escolar lo veía complicado, aunque dejó abierta la posibilidad de hacerlo en el inicio del próximo ciclo escolar en agosto.
En cuanto concluyó la intervención de Ramírez Perulero, otro maestro tomó la palabra y advirtió en el micrófono: “aquí les dejamos una muestra a los diputados de lo que les faltaron”, al tiempo que otros maestros tomaron los huevos y los lanzaron contra la fachada del Congreso del Estado.
En cuanto acabaron de lanzar la decena de casilleros de huevos, otros profesores acercaron las dos cajas forradas de blanco, que explicaron representaban las reformas de Peña Nieto y López Obrador, y les prendieron fuego en señal de rechazo.
En el mitin intervinieron las trabajadoras despedidas del Conafe, quienes dieron a conocer que a una semana de haber tomado sus oficinas no hay ningún diálogo para atenderlas y denunciaron una “política laboral criminal del gobierno de López Obrador”.
A unos 300 metros del Congreso, sobre la lateral del bulevar en el parque La Avispa, estaban al menos 13 camionetas de la Policía del Estado con elementos antimotines para intervenir en caso de que así recibieran la instrucción, pero no fue necesario, puesto que los profesores disidentes se retiraron a sus oficinas y anunciaron que este viernes volverán a marchar en esta capital.