* Sobre incendios y la decadencia humana

Alfonso A. Catalán

El fuego sigue consumiendo las pocas regiones boscosas que tiene Chilpancingo. Porque, seamos honestos, desde hace décadas que la capital no cuenta con ningún bosque abundante.
Tristemente para todos nosotros nos ha tocado vivir en una época de decadencia, en donde cada vez estamos muy lejos del mundo en el que muchos vivieron, para no ir más lejos, nuestros padres. Cuando los míos llegaron a esta ciudad, procedentes de Acapulco y Tierra Caliente, encontraron un lugar apacible, tranquilo; con un clima templado, acogedor.
Tenían flora y fauna en abundancia; sin crimen, sin violencia. Podían pasear a todas horas sin temor a asaltos; el secuestro ni era conocido. Todo un paraíso, diríamos ahora.
Cristina Pacheco lo dijo bien claro, “Aquí Nos Tocó Vivir”, y si bien ya no estamos en esos tiempos, no queda de otra más que seguir firmes, apoyando, creando conciencia, desde diferentes trincheras, cada quien en lo y como puede, para aportar un poco a esta sociedad, que sí, se desmorona, pero vale la pena intentarlo.
(alfonsoa@elsoldechilpancingo.com)