El Congreso de Guerrero atraviesa una de sus etapas más improductivas.— Insiste AMLO en manejar con encuestas no representativas asuntos de mucho interés
Enrique Vargas
No es difícil advertir que el Congreso del Estado se encuentra en una etapa en la que se advierte la presencia de un burocratismo improductivo, que deriva en un trabajo legislativo de muy bajos resultados, además de que el manejo de los recursos financieros es oscuro e improductivo, ya que se ejerce sin sentido de las prioridades y en beneficio de caprichos e ideas que no se justifican en un estado donde las carencias populares son la característica permanente.
Realmente el trabajo de la actual 62 Legislatura es el más bajo que se ha dado en muchos años y eso se advierte como resultado de que el organismo que lo dirige, la Junta de Coordinación Política (Jucopo) está en manos del grupo parlamentario que es el más numeroso, pero también el más inexperto, como es la bancada de Morena, donde hay gente que llegó por casualidad a ocupar una curul, sin que lo esperaran ni lo merecieran, porque no tenían ninguna posibilidad de ganar la elección, sino que son resultado del “tsunami” que provocó AMLO, con el que arrasó en la elección, pero también llevó a gente sin ningún merecimiento político ni social.
Además, para integrar la mayoría, los dirigentes de Morena se dedicaron a sobornar políticamente a quienes habían sido elegidos como integrantes de otros partidos, para integrarlos a su fracción, como el dirigente de los transportistas, Servando Salgado, que llegó por el PT, y la diputada Eguiluz, que era del PRD y que ganó en el distrito de Tlalchapa, donde sus padres son los neo caciques, que sustituyen a Filiberto Vigueras Lázaro, a quien combatieron para quedarse con su lugar.
Es pues, una bancada variopinta, coordinada por Antonio Helguera, quien llegó por la vía plurinominal, sin otro merecimiento que ser amigo de Pablo Amílcar Sandoval, quien anda dando palos de ciego como delegado del gobierno federal, porque no hay lugar o actividad en la que haya mostrado conocimiento y capacidad, porque sólo ha destacado cuando se trata de armar alborotos y rechiflas contra funcionarios, como lo hizo en Tlapa, cuando sus chairos se lanzaron contra el gobernador Astudillo.
Ahora, una amplia discusión se dio al interior de la 62 Legislatura, por el hecho de que se manejan los recursos financieros en forma oscura y sin compartir la información con las demás bancadas, y por la improductividad que muestra, en la que además de Helguera participaron lo diputados Héctor Apreza Patrón, por la bancada priista, y Celestino Cesáreo Guzmán, por la del PRD.
El priista Apreza es seguramente uno de los diputados con más experiencia y conocimiento de las labores legislativas y un tanto menor es el caso del perredista Celestino, pero en ambos casos se advierte que tienen más antecedentes políticos y legislativos que el morenista Helguera, quien de hecho se está estrenando, aunque lo hace en un cargo de alta responsabilidad, donde no logra dirigir e impulsar las actividades de uno de los tres poderes del gobierno de Guerrero.
Es casi inexistente la experiencia de Helguera y muy escasa su iniciativa y conocimientos para convertir a la actual Legislatura en la que necesita el estado, ya que se vive una etapa política de cambios e innovaciones que reclaman la presencia y actuación de un Poder Legislativo dinámico y muy activo, no como el elefante reumático en el que lo han convertido los integrantes de Morena.
Po eso es urgente e indispensable que la bancada de Morena que trata de dirigir Helguera se ponga las pilas, se ubique en el momento político y social de la actualidad, o de otra manera debe hacerse a un lado y dejar que quienes tienen el conocimiento y la experiencia promuevan las labores, las iniciativas y los acuerdos que son indispensables en los momentos que se viven en México y en Guerrero.
DE HECHO HABRÍA QUE SEÑALAR que el Congreso del Estado no está en el nivel de trabajo y evolución en el que se encuentra el gobierno de Héctor Astudillo, quien lleva una dinámica permanente de actividades, de impulso a la productividad y la generación de empleos, lo que no se refleja de ninguna manera en la Legislatura estatal.
INSISTE AMLO EN MANEJAR CON ENCUESTAS NO REPRESENTATIVAS ASUNTOS DE MUCHO INTERÉS.— Cuando se participa en una elección y se gana una posición de gobierno, se adquiere automáticamente una responsabilidad en la que un funcionario del Poder Ejecutivo que se trate, debe atender los problemas y las necesidades existentes y tomar las decisiones que correspondan para dar solución a los temas o cuestiones que se presentan.
No se llega a la Presidencia de la República, por ejemplo, para preguntarle a la gente, con encuestas improvisadas y sin sustento legal, qué es lo que debe hacerse para atender necesidades y resolver problemas.
Sin embargo, el presidente AMLO se ha pasado los cinco meses de su gestión sin cumplir su responsabilidad de tomar las decisiones que le corresponden, como la cancelación del aeropuerto de Texcoco, la eliminación de las pensiones a los expresidentes y varias más, las que pretende sustentar políticamente con encuestas “patito”, que carecen de toda credibilidad y sustento legal.
Sin embargo, pretende seguir por ese camino con nuevas encuestas irreales con las que pretende sustituir su responsabilidad de tomar las decisiones que tiene la obligación de asumir.
Ahora lo hace sobre la necesidad de que se otorgue seguridad a los expresidentes y también para determinar si se les debe sujetar a juicio legal por actos de sus gobiernos.
¿Para eso quería ser presidente, para evadir su responsabilidad y pretender gobernar con “encuestas patito”?
Todo eso hará que finalmente él quede como un “presidente patito o gansito” según sus preferencias.
Lamentable, como quiera que se vea.
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