Mientras en otras entidades crece la violencia, en Guerrero hay una clara disminución.— Como cada año, se repite una amplia ocupación hotelera; se espera, aumente más.— Recorre Albarrán la Tierra Caliente y reestructura comités

Enrique Vargas

Ante hecho sangrientos tan graves como el registrado en Minatitlán, Veracruz, donde 14 integrantes de una familia, incluido un bebé de un año de edad, fueron masacrados por sicarios, además de hechos violentos en otras localidades de Guanajuato, entre otros, resulta muy satisfactorio que en Guerrero la criminalidad muestre una clara tendencia a la baja, de modo que si hace tres años era el primer lugar por el número de asesinatos dolosos, hoy se encuentra en la octava posición.
Las estadísticas las maneja el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) que mide a todas las entidades federativas, de modo que no se trata de una versión que surja del propio gobierno del estado, sino que son cifras del organismo que hace la revisión permanente de las acciones de violencia que se dan en el país, de modo que resultan altamente confiables.
Debe hacerse notar que cuando el gobernador Héctor Astudillo asumió el mando de la entidad, a fines de octubre de 2015, Guerrero era el estado que más reflejaba la alta incidencia de violencia en el país, por los crímenes que diariamente se cometían en Acapulco, Chilpancingo, Chilapa y la Tierra Caliente, donde operaba, entre otros el tristemente célebre Tequilero, quien fue muerto por policías comunitarios de esa región.
En Acapulco era el reporte diario de 10 ejecutados en promedio por día y le seguía Chilpancingo, que también arrojaba cifras alarmantes, más Chilapa, donde, desafortunadamente, se mantiene una situación de permanente violencia y amenazas.
Hay que insistir en que esa mala situación era resultado de los tres peores gobiernos que se han dado en el estado en la etapa moderna y que fueron los de Zeferino Torreblanca, Ángel Aguirre Rivero y Rogelio Ortega, quienes sumieron al estado en una de sus peores etapas, no sólo por el crecimiento de la violencia, sino por el abandono de las funciones gubernamentales, ya que Zeferino prefirió atender sus negocios y los de sus colaboradores cercanos.
Le siguió Aguirre que se entregó mejor a la “dolche vita”, en lugar de actuar con responsabilidad para cumplir con el encargo que le cayó por segunda ocasión y que también delegó en funcionarios segundones, que sólo problemas y carencias dejaron.
Peor fue la etapa de Rogelio Ortega, porque nunca supo qué debía hacer y llevó al estado a la etapa más grave de la década perdida, que duró desde la elección de ZTG en el 2005, cuando derrotó a Astudillo, hasta el 2015, cuando el propio Astudillo logró recuperar el Ejecutivo estatal, para dejar en el último lugar de la votación al ineficiente “súper delegado”, Pablo Amílcar Sandoval, que anda perdido en esa posición, donde no ata ni desata.
De hecho Astudillo llegó a finales de octubre con una situación en la que Guerrero estaba “bajo cero”, como dice la expresión de ya saben quién y con un trabajo incansable ha revertido la mayoría de las tendencias negativas que recibió.
Entre ellas, la violencia y el número de ejecuciones, de tal modo que de ese lamentable primer lugar, ahora ha logrado ubicarlo en el octavo lugar de la incidencia delictiva, lo que es un avance de mucho mérito y magnitud.
COMO CADA AÑO, SE REPITE UNA AMPLIA OCUPACIÓN HOTELERA; SE ESPERA, AUMENTE MÁS.— Ya es tradicional que la llamada Semana Santa reciba a muchos miles de visitantes en el Triángulo del Sol de Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco, especialmente en éste último donde las muy especiales manifestaciones y prácticas religiosas llaman mucho la atención, lo mismo que los destinos de playa de Acapulco y la Costa Chica, más la Costa Grande hasta llegar a Zihuatanejo.
La ocupación se ubica entre el 90 y 100 por ciento, aunque en esta semana que concluyó hay la impresión de que mucha de la gente que llega es parte de la que tiene menor capacidad financiera y es lo que hace que muchos se queden en las playas y que no utilicen los hoteles ni los restaurantes, porque les representan mayores costos.
Por la experiencia de muchos años, en la semana que apenas inicia llega turismo con mayor capacidad de compra y de gastos, lo que facilita que la derrama económica sea más elevada.
Sin embargo, todos los que llegan gastan, en mayor o menor medida, pero todos dejan alguna ayuda para los negocios y los ingresos oficiales, estatales y federales.
RECORRE ALBARRÁN LA TIERRA CALIENTE Y REESTRUCTURA COMITÉS.— En la región de Tierra Caliente que incluye los municipios de la zona norponiente del estado, en la colindancia con Michoacán y el Estado de México, desde hace algún tiempo hay una tendencia a dar su apoyo a candidatos de partidos de izquierda, como el PRD y ahora con Morena, por los que el priismo tiene que hacer un esfuerzo mayor para reducir la desventaja que ha acumulado y buscar la posibilidad de obtener triunfos en los ayuntamientos y las diputaciones.
Por eso, el presidente del Comité Directivo estatal, Esteban Albarrán Mendoza, se pasó buena parte de las actuales vacaciones en recorridos por esos municipios, en los que, además, la delincuencia ha sentado un dominio importante.
El trabajo de recuperación es complicado y bastante difícil, ya que hay que superar la desconfianza de la ciudadanía que prefiere irse con los partidos contrarios al PRI, aunque si se observa la situación, no han cambios ni beneficios importantes que hayan dejado en los últimos 20 años en que muchos de esos municipios han estado en manos del PRD y ahora de Morena.
Con el trabajo entusiasta y constante de Esteban Albarrán mucho será lo que logre avanzar para cuando se celebre la próxima elección, a mediados del 2021.
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