ACAPULCO. — El príncipe Bantú de Camerún, Jean Louis Bingna, volcó su camioneta a la salida del Macrotúnel, en la avenida Escénica de este puerto.
A eso de las 10:00 horas, el también profesor y defensor de los derechos humanos se trasladaba a toda velocidad a bordo de un vehículo de la marca Ford, tipo Escape, con placas de circulación 235VKA del Estado de México, por lo que, al salir del Macrotúnel, su chofer, Genaro Rodríguez Jiménez de 33 años, no alcanzó a frenar en una curva, así que se fueron a impactar contra un muro de contención: la unidad volcó y aterrizó encima de un vehículo de la Nissan, tipo Tsubame, de color azul, con placas de Guerrero, que resultó con daños en la carrocería.
La camioneta del príncipe quedó con las llantas hacia arriba y con la parte delantera despedazada, mientras que el otro sufrió años en la carrocería y con su parabrisas destrozado.
Policías viales llegaron y ayudaron en las maniobras para retirar los vehículos de la avenida, así que el tráfico se vio detenido por más de una hora.
Cabe señalar que todos los tripulantes de los vehículos involucrados, resultaron con lesiones en diferentes partes.
Se dijo que el supuesto responsable del accidente quedó detenido y fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía Especializada de Atención al Turista para que se haga cargo de los daños ocasionados al vehículo y al municipio.
LA HISTORIA DE UN PRÍNCIPE EN EL EXILIO
Jean Louis Bingna, príncipe del reino Bamoun, en Camerún, vive en la Ciudad de México desde hace tres años porque su gobierno lo quería matar por promover la democracia en un país que se encuentra dividido por la guerra y los conflictos tribales.
Tuvo que abandonar el derecho de tener 12 esposas; ahora renta un departamento en San Cosme.
“Tengo en Camerún un presidente que lleva 32 años en el poder, que cambia la constitución a su capricho, no respeta los derechos de los periodistas, los niños no tienen derecho a la escuela, sólo un grupo de gente se aprovecha de los demás. Es muy triste, a veces me dan ganas de llorar porque nadie hace nada y eso pasa en todo África”, explica Bingna, quien siguió los pasos de su abuelo, Ruben Um Nyobé, líder independentista de Camerún.
Bingna, desde los 14 años se volvió activista político, por lo que llegó a cuestionar a su padre, el rey Mbombo Njoya, sobre las diferencia de clases en su país, por esta razón fue enviado a Europa para que ya no hubiera más roces, pero decidió volver para luchar por su pueblo.
Fue en 2008, como líder de su partido, que encabezó manifestaciones que intentaron deponer a Biya, las cuales acabaron con disturbios que dejaron como saldo 300 muertos y más de tres mil detenidos.
A partir de ese entonces el gobierno lo vio como una amenaza, hasta que no tuvo de otra más que salir huyendo porque lo iban a matar.
“En sueños me llegó mi mamá Frida, que tenía dos años de muerta, a decirme que no me fuera a un país con relaciones diplomáticas con Camerún porque me iban a matar”, recuerda.
Una amiga empresaria duranguense de su hermana lo invitó a venir a esconderse a nuestro país y él aceptó.
Una noche, se vistió de mujer, se puso una peluca y maquillaje y navegó 300 kilómetros de noche hasta Nigeria, donde obtuvo la visa mexicana en la embajada que le abrió las puertas a la libertad y una nueva vida.