Gilberto Guzmán
Durante la temporada de calor, que inició el pasado 15 de marzo, es común que se incrementen las enfermedades diarreicas, respiratorias, de la piel y de los ojos, por lo cual la Secretaría de Salud recomienda la práctica cotidiana del lavado de manos, principalmente entre la población estudiantil de los planteles escolares de cada región del estado.
La recomendación se basa en que el lavado de manos con agua y jabón ayuda a prevenir enfermedades estomacales y respiratorias, entre otras; minimiza la transmisión de infecciones entre el personal de salud y los pacientes; se rompe con el ciclo de transmisión de virus como los de la influenza, que sobreviven en nuestras manos hasta tres horas, manteniendo por ese tiempo su capacidad de contagiar.
El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de prevenir enfermedades diarreicas y respiratorias, las cuales son responsables de la mayoría de muertes infantiles, además de que con esta acción se disminuye hasta en un 45 por ciento las consultas médicas por estas causas.
El objetivo durante la presente temporada de calor es que el lavado de manos con jabón sea una práctica cotidiana, principalmente en las escuelas con ayuda del personal docente, y reducir, así, la presencia de enfermedades, si se toma en cuenta que los escolares son agentes de cambio y principales promotores en sus propios hogares.
La técnica correcta del lavado de manos consta de seis pasos sencillos: usar jabón, de preferencia líquido, o de pasta en trozos pequeños; tallar enérgicamente las palmas, el dorso y entre los dedos; lavar por lo menos 20 segundos sin olvidar las muñecas; enjuagar completamente; secar las manos con papel desechable; y cerrar la llave del agua, abrir la puerta del baño con el mismo papel y tirarlo en el bote de basura.
Los momentos en que se recomienda el lavado de manos son: antes de tocarse la cara, de consumir o preparar alimentos y bebidas; después de: ir al baño, de toser o estornudar, al limpiarse la nariz, al viajar en transporte público, al utilizar o tirar un pañuelo desechable, al manipular basura, así como objetos como el dinero, teléfono, llaves o mascotas, y de manera cotidiana, antes y después de: ir al baño y de comer.