* Monseñor Leopoldo González se congratuló porque el líder de la CRAC en Tixtla apareció con vida, pero consideró necesario que se expliquen las circunstancias de su desaparición

ANA LILIA TORRES

ACAPULCO.— El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González se congratuló de la localización con vida del dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) Gonzalo Molina y familiares, después de haber estado desaparecidos varios días en la Ciudad de México.
Sin embargo, el prelado consideró que es necesario investigar y rendir un informe de qué fue lo que sucedió al líder de la CRAC, y a otros luchadores sociales que en anteriores ocasiones y en circunstancias similares estuvieron desaparecidos, como Obtilia Eugenio Manuel e Hilario Cornelio Castro, dirigentes de la Organización de los Pueblos Indígenas Me’phaa en Ayutla.
En casos como esos “es conveniente que se exprese a la sociedad lo acontecido, la investigación de los hechos, para dar tranquilidad y serenidad a la comunidad”, estimó monseñor González González.
En conferencia de prensa dominical, lamentó los hechos de violencia ocurridos durante la semana en Acapulco, que cobraron la vida de varias personas, entre ellas cuatro jóvenes presuntamente cobra cuotas que murieron en un enfrentamiento con ministeriales y expresó que comparte el dolor y sufrimiento de los familiares.
“El que algunos jóvenes estén en actos que dañan a otros debe hacernos recapacitar fuertemente a nosotros que somos la generación mayor dónde estuvo el quiebre para no transmitir los valores con que fuimos formados, como el respeto y honestidad”, señaló.
Es necesario fortalecer la educación en la familia, donde se aprende a respetar y dar apoyo a los más débiles, dijo el representante eclesiástico.
Al mismo tiempo, hizo un llamado a la conversión a quienes perpetran el mal y les pidió mirar el daño que hacen y dejen de hacerlo, “porque la crueldad no es algo de lo que una persona pueda enorgullecerse, sino es signo de ser inhumano”.
Pidió que todo asesinato se investigue hasta conocerse la verdad y se haga justicia, sin excusas para dejarlo en la impunidad.
En otro tema, el clérigo señaló que no ha tenido información del párroco del Kilómetro 22, sobre la imagen de un niño Dios, que los lugareños aseguran llora sangre.
El prelado católico señaló que se aproximan las festividades de Semana Santa, cuando se recuerda la muerte y resurrección de Jesucristo, y es un tiempo que para los feligreses debe servir para la reflexión y enfocarse en conservar los sentimientos de gratitud, bondad y perdón.
“Se pide perdón cuando se ha ofendido a otro y asume el compromiso de no volver a ofender y ayudar a sanar la herida. No se puede volver a la casa del padre sin pedir perdón y perdonar. La Cuaresma es un tiempo para volver a la casa del padre, invitamos a la conversión y al arrepentimiento”, explicó.
Sobre la cercanía de la celebración del Tianguis Turístico, el clérigo dijo que se han hecho esfuerzos para embellecer la ciudad y las playas, pero también es importante otro elemento que es la hospitalidad y el colaborar todos los ciudadanos para ser buenos anfitriones.