* El delegado del gobierno federal afirmó que se solicitó la constancia de tenencia de la tierra a los beneficiarios porque el año pasado se reportaron 850 mil hectáreas cultivadas, cuando Guerrero sólo tiene 450 mil

Josefina Aguilar

En el programa de entrega de fertilizante había corrupción y simulación, y por eso se decidió solicitar la constancia de tenencia de la tierra a los beneficiarios, porque de Proagro reportaron 850 mil hectáreas sembradas, pero Guerrero solo cuenta con 450 mil cultivables, afirmó el delegado del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.
El funcionario federal señaló que con las reglas de operación, concretamente la constancia de la propiedad parcelaria, que es uno de los requisitos que los productores han señalado como obstáculo para acceder al programa de fertilizante, se busca terminar con los padrones inflados y que se entregue el insumo a personas que no se dedican a sembrar.
“En años anteriores, con un sistema similar –Proagro—, se llegaron a registrar 850 mil hectáreas, y Guerrero tiene 450 mil hectáreas cultivables para el maíz, no queremos que pase eso, y que el fertilizante llegue a quien no está sembrando”, explicó.
Añadió que al gobierno federal le “llegó a una cifra que no es real, nosotros queremos los campesinos reales y se lo hemos dicho a ellos, se les va a estar entregando el fertilizante”, pero “no puede ser que hay dos o tres en la misma parcela”, precisó Sandoval Ballesteros.
Afirmó que el fertilizante estará ligado con el padrón y el territorio a través de la geo referenciación de las parcelas de pequeños productores, de hasta 3 hectáreas, e insistió que los verdaderos campesinos de Guerrero pueden estar tranquilos, porque recibirán el fertilizante en tiempo y forma.
Destacó el compromiso de garantizar la entrega del fertilizante a quienes sí siembran, pero no aquellos que no han sembrado y por una u otra razón, lo han recibido.
Sandoval Ballesteros aseguró que esta medida no tiene destinatario como las organizaciones campesinas, sino que los recursos lleguen directamente a los campesinos, y reiteró que la mayoría de los campesinos estarán dentro del programa; solo quienes presenten problemáticas específicas, podrían quedar fuera, por lo que analizarán cada caso y si se trata de un problema de posesión de tierras, buscarán una alternativa, pero lo que ya no quiere el gobierno federal es continuar con la simulación en el programa que hasta el año pasado estaba a cargo del gobierno estatal.